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Grupo Amutio, el origen confiable

El grupo alavés provee a los grandes envasadores españoles y a la industria con unas 72.000 toneladas de patatas al año

Destacan muy especialmente sus cultivos en el Campo de Cartagena, que ocupan más del 50% de su actividad productora, aunque también se extienden por Albacete, Castilla y León y, en menor medida, Álava, Sevilla y Xinzo de Limia. Igualmente, y con el objeto de ofrecer un servicio durante los 365 días del año, la compañía mantiene producciones tanto en Francia como en Portugal.

Cartagena es, sin duda, el epicentro de su actividad, lugar desde el que salen unas 40.000 toneladas de producto al año, y donde existe una delegación, en la localidad de Los Alcázares, donde se trabaja intensamente desde abril a julio.

Javier Amutio, director general de la empresa ha consolidado un trabajo de más de tres décadas con agricultores en las diferentes regiones españolas y asegura que el agricultor tenga garantizados sus costes productivos mediante contratos, que él ya empezó a implantar hace 30 años. Aboga, además, abiertamente por el producto español.

“En Amutio intentamos dar la mayor estabilidad posible a nuestros agricultores, interviniendo en todo el ciclo productivo de forma conjunta, financiando la semilla y buscando las mejores tierras para cada tipo de variedad. Somos muy conscientes de que son el primer eslabón de la cadena y sin ellos no hay nada.”

El ejecutivo es, además, un firme defensor del producto nacional. “Debemos generar valor en nuestra tierra y no dejar que nuestras patatas se produzcan fuera. Es cierto que necesitamos las producciones exteriores, pero debe ser en las ventanas que nosotros no tengamos producción.”

Cosecha de verdete

Es en Cartagena donde la firma cultiva, además de su cosecha principal, patata de verdete que, aunque cada día mantiene una mayor demanda, no resulta excesivamente rentable para el agricultor. Todo y que sus costes productivos son más bajos que los convencionales, también lo es su rendimiento. “Sembrar a partir de agosto-septiembre implica que esas tierras hasta febrero no están libres, colapsando en cierta manera el plan de siembra y con un gran riesgo debido al clima porque si vienen lluvias la cosecha se va al traste. Hay mucha amenaza para poco beneficio.”

Falta de patata de semilla

Respecto al actual problema de la falta de patata de semilla, el directivo asegura que, aunque este año la situación haya sido coyuntural por las plantaciones tardías que se hicieron en Europa y los vaivenes climáticos, en los próximos años se convertirá en una complicación estructural.

La realidad que se impone es que en el norte de Europa se ha desarrollado una industria muy potente de patata que reclama muchos kilos diariamente. “La demanda es muy fuerte y para un agricultor es más fácil dar servicio a la industria, cuyas exigencias son menores, que cultivar patata de semilla. Todo ello con unos precios aceptables.”

Sin embargo, frente a este inconveniente, el directivo ve también una oportunidad y mantiene que el problema se podría gestionar abriendo nuevas zonas de producción de semilla. Por el momento, la compañía alavesa se ha arriesgado y en Cartagena ha plantado unas seis variedades nuevas de las que espera un buen comportamiento. “Tendremos que lanzarnos con otras variedades con las que antes no contábamos. A veces, no viene mal estar en un momento de stress y buscar otras opciones porque si no siempre se va a lo seguro. Con las nuevas alternativas podría haber opciones nuevas”, asegura el directivo.

Sin embargo, hay otros problemas que acechan al sector y con los cuales Amutio no se siente tan optimista. “Adolecemos de relevo generacional porque, entre otras cosas, cada día resulta más difícil producir debido a unas políticas agrarias cada vez más restrictivas en términos de materias activas y, por otro lado, los costes productivos se disparan y los agricultores no pueden mantener la rentabilidad de sus cultivos.”

Exportaciones a Francia

El mercado europeo ha experimentado importantes cambios en los últimos años y Francia, que es y ha sido el máximo proveedor de patata a España, se convierte ahora en importador de patata española. “Antes los franceses guardaban sus patatas en los almacenes frigoríficos de un año para otro, las campañas casi se solapaban una con otra, y ahora, como consecuencia de la reducción de materias activas y tratamientos anti germinativos, así como de la inestabilidad climática, los almacenajes se hacen muy costosos y no duran más allá del mes de abril”. En esta situación, Francia necesita comprar patata para completar los meses de mayo, junio, julio y agosto; y es aquí donde entran en juego las patatas españolas. “Este año hemos llegado a exportar patata de Castilla y León a Francia, un hecho que no hubiéramos creído hace diez años y pienso que esta tendencia ha llegado para quedarse”.

RSC

La Responsabilidad Social Corporativa de la firma es muy amplia, tanto dentro del territorio local, donde participa activamente en actos benéficos o es patrocinador del deporte inclusivo, como fuera de España, concretamente en Kenia, donde ha sido pieza clave en la promoción de los derechos del niño, a través de ayuda en proyectos de cooperación Internacional y ayuda humanitaria de la mano de la ONG “Aztivate Foundation”.

Iniciativa Local

También la ciudad de Vitoria-Gasteiz se beneficia de otra iniciativa como “Amutio en tu casa”, una plataforma online desde la que el ciudadano puede recibir patata nueva de Cartagena a un precio muy asequible o también productos de temporada, de producciones propias, como puedes ser cítricos, calabaza, pimientos, etc. “Solo he querido devolver a la ciudad de Vitoria todo lo que me ha dado, que fue mucho, porque este negocio empezó gracias a los alaveses.”

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