Antes de 2021, la UE importaba cada año unas 30.000 toneladas de patatas de siembra británicas, principalmente de Escocia, y exportaba al Reino Unido una cantidad similar de patatas de siembra europeas.
Este comercio se desarrolló y prosperó gracias a la alta calidad de las patatas de siembra cultivadas en el Reino Unido, respaldada por normas básicas que los productores británicos siguen cumpliendo en la actualidad.
La falta de acuerdo niega al sector de la UE el acceso a determinadas variedades que sólo están disponibles en el Reino Unido y limita las oportunidades de exportación de la UE a las islas británicas. Muchas empresas de la UE, entre ellas obtentores, comerciantes de semillas, cultivadores de semillas y productores de patatas de consumo, se ven afectadas.
Esta situación perturba, además y de manera muy especial a la industria irlandesa, que depende en gran medida de la importación de patatas de siembra escocesas de determinadas variedades que no pueden obtenerse en ningún otro lugar. Estas variedades contribuyen de forma importante a la biodiversidad y a la seguridad alimentaria de la UE, algo especialmente crucial en estos tiempos».
Europatat ha pedido a los eurodiputados de la Comisión de Agricultura y a la Comisión Europea que desbloqueen la situación y lleguen a un acuerdo sobre un régimen transitorio y una solución a largo plazo para reanudar el comercio bilateral de patatas de siembra. Se trata de evitar la posibilidad de que surjan divergencias normativas entre los mercados de la UE y del Reino Unido, lo que obstaculizaría aún más las oportunidades de un comercio bilateral mutuamente beneficioso.
