El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, presentó el modelo español de alimentación sostenible como una prioridad estratégica del Gobierno de España. Planas subrayó que la Ley de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario, aprobada en abril de este año, “es un modelo para concienciar a toda la sociedad sobre el valor de los alimentos”. Una ley pionera “centrada en la prevención, la concienciación y la formación de todos los actores de la cadena alimentaria”, señaló.
Luis Planas participó en Estambul en el Panel Ministerial de Alto Nivel “Prevenir el Desperdicio de Alimentos y Agua – Protegiendo Nuestro Futuro”, organizado por la Fundación Cero Desperdicio y el Ministerio de Agricultura y Silvicultura de Turquía, junto con los ministros de 15 países de Europa, Oriente Medio, África y América Latina. En su intervención, Planas explicó que España ha consolidado un modelo alimentario reconocido por su calidad, seguridad e innovación, “pero también por su capacidad para adaptarse a los desafíos del siglo XXI”.
En este sentido, destacó la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA), presentada este año por el presidente del Gobierno, que constituye el primer marco integral a largo plazo para orientar las políticas agroalimentarias y pesqueras hacia un sistema más sostenible, competitivo y saludable.
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Planas recordó que la reducción del desperdicio alimentario es un pilar clave de esta estrategia. En 2024, España desperdició un total de 1.125 millones de kilos de alimentos. Esta cifra representó una reducción del 4,4 % respecto a 2023 y una caída acumulada de casi el 20 % desde 2020.
“El desperdicio de alimentos es una práctica insostenible desde el punto de vista ambiental, económico y ético”, señaló el ministro. “No hay alimento más caro que el que termina en la basura, especialmente cuando hay personas que sufren hambre o malnutrición”.
Además, Planas subrayó que España está convencida de que la cooperación internacional es clave para garantizar un futuro alimentario seguro, sostenible y próspero. “Ningún país puede afrontar solo los retos de la alimentación del siglo XXI. Por eso ponemos nuestra experiencia y conocimiento a disposición de la comunidad internacional”, afirmó.
También destacó la importancia de campañas de concienciación ciudadana como “Aquí no se tira nada”, que buscan que los hogares y establecimientos hosteleros se conviertan en agentes activos del cambio, fomentando un consumo responsable y más consciente.





























































































