La Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (ANPCA), presentó el Plan Estratégico para el sector del Ajo Español 2024 durante su Asamblea General Ordinaria celebrada el pasado mes de abril. El citado documento recoge las directrices de actuación que esta Asociación va a realizar a lo largo de la presente campaña de ajo.
En la Asamblea se presentaron los datos del cultivo en estas últimas campañas. En especial, los datos de superficie cultivada de ajo en España que arrojan unas cifras con un descenso superior al 30%, sumando estas dos últimas campañas con respecto a la superficie del 2022. A juicio del secretario de la Asociación, José Carlos Arroyo (Proaco S.L.), esas cifras “muestran las grandes dificultades en cuanto a cultivo que el ajo español está atravesando, especialmente la del ajo morado, ya que por primera vez su superficie cae por debajo del 40% del total de la superficie cultivada”.
“El profesional del ajo tiene que hacer frente al fuerte incremento de los costes de producción unido al resto de problemas, como un cada vez más complicado acceso al agua, la dificultad de encontrar mano de obra, una PAC que no ayuda a este sector ya que dificulta el acceso a tierras de arrendamiento, y un sinfín de problemas más. Y todo para producir un alimento que es básico para la dieta mediterránea, y que a su vez dinamiza el medio rural generando riqueza y puestos de trabajo garantizando la supervivencia de nuestros pueblos”.
A pesar de que la Unión Europea considera al ajo un cultivo social, éste se encuentra cada vez más indefenso ante la avalancha de medidas que los gobiernos europeos y nacionales están adoptando en el sector agrario. Desde ANPCA hacen hincapié en el “desmantelamiento del sistema de defensa fitosanitaria del cultivo, con la eliminación sistemática de materias activas que comprometen el cultivo frente ataques de plagas y enfermedades”. En este sentido, Andrés García (Antogar S.L.) explicó la defensa de la estrategia presentada por ANPCA en el pasado grupo de contacto del comité mixto FR-IT-ES. Esta estrategia consistió en solicitar a la Comisión Europea que la autorización de nuevas materias activas para su uso frente a las plagas se realice de manera conjunta por zonas de LMR y no por países. El objetivo es hacer más rentable el esfuerzo económico que una empresa tiene que llevar a cabo para registrar una nueva materia activa sumando con un solo registro el total de hectáreas cultivadas en los diferentes países dentro de la misma zona. En palabras de García: “nuestra intención es la de favorecer y acelerar el proceso de registro de nuevas materias activas que nos permitan aumentar el número de defensas frente a las plagas y enfermedades actuales. Si no lo conseguimos, un cultivo social como es el ajo tenderá a desaparecer de nuestros campos y nos veremos abocados a consumir ajos de terceros países que no tienen ni la misma calidad ni seguridad alimentaria que los nuestros”.
Claves del Plan Estratégico
Para cerrar la jornada, el presidente de la Asociación, Juan Salvador Peregrín (SAT Peregrín) realizó la presentación del Plan Estratégico para el Sector del Ajo Español, un documento que recoge las líneas maestras de actuación del sector en los próximos años con el objetivo de volver a situar al ajo español donde se merece: “tenemos que recuperar el liderazgo a nivel europeo e internacional en términos de calidad y seguridad que nuestro ajo ha mostrado en los últimos años”. Para ello, Peregrín presentó un plan con tres puntos principales que se centran en el manejo de la producción, el análisis de los procesos en las instalaciones y el control de factores externos.
Según el directivo, “el manejo de la producción se debe realizar bajo unos estándares de excelencia que nos aseguren, en la medida que el clima lo permita, unos resultados a la altura de la calidad de ajo español. Para ello tenemos que controlar, incluso desde antes de poner un pie en la parcela, todos los parámetros posibles, centrándonos en la semilla como inicio de la generación de un producto de calidad. Posteriormente, en los procesos y en las instalaciones se deben de aplicar unos protocolos de calidad global que nos aseguren que el producto mantenga la excelencia con la que ha salido de la parcela y nos dé como resultado el ajo que ha sido, y es, referente en toda Europa”.
Para finalizar, se abordaron otros temas de interés, como son los de la vigilancia y supervisión de los acuerdos bilaterales de libre comercio que la UE firme con terceros países, la preocupación de la situación del sistema de seguro agrario en España, los problemas laborales a los que las empresas del sector tienen que hacer frente año tras año, la lucha contra el fraude y la vigilancia de la correcta comercialización de los productos para evitar fraudes al consumidor. En lo referente al mercado internacional, la actuación de ANPCA se dirige a la presentación, ante la D.G. TAXUD de la Comisión Europea, de una solicitud para la aclaración de los códigos TARIC sobre los que se importa ajo a la UE.
Según Juan Blázquez (Cooperativa Santa Mónica), “esta nueva redacción solicitada por ANPCA aclararía la identificación de las partidas arancelarias correspondiente a cada producto, evitaría la introducción de ajo fresco a través de la partida correspondiente al ajo congelado eludiendo así los aranceles disuasorios que este cultivo tiene establecidos en la Unión Europea”.

























































































