Ciberataques, costes y sostenibilidad: las claves del retail británico

Marks & Spencer todavía arrastra las consecuencias de los ciberataques y Tesco empieza una experiencia piloto para reducir su horario
marks-&-spencer

Dos meses después de sufrir un ciberataque de gran envergadura, Marks & Spencer continúa sin poder restablecer la normalidad en su operativa digital. La compañía aún no ha logrado reabrir su tienda online ni reactivar los procesos de contratación digital, que hasta ahora centralizaban su estrategia de incorporación de talento.

Según ha publicado The Grocer, el impacto en el área de recursos humanos ha obligado a la cadena a retirar todas sus ofertas de empleo de su página web y recurrir a canales como Facebook para anunciar jornadas de puertas abiertas en tiendas físicas, donde ahora se realizan las entrevistas de forma presencial.

La compañía estima que necesitará otros dos meses para recuperar la normalidad, y prevé un impacto de alrededor de 300 millones de libras en sus beneficios anuales, que en el ejercicio anterior alcanzaron los 670 millones.

Tesco reevalúa horarios en su formato de proximidad

Mientras tanto, Tesco ha puesto en marcha un piloto para reducir el horario de apertura de algunas tiendas Tesco Express, su formato de conveniencia. Las tiendas incluidas en la prueba cerrarán una hora antes (a las 22:00 h en lugar de las 23:00 h) y no abrirán los domingos por la tarde.

El objetivo es valorar si la reducción de costes laborales compensa la pérdida de ventas, en un contexto marcado por varios factores:

  • El aumento sostenido del salario mínimo

  • El incremento de las cotizaciones a la seguridad social

  • Las dificultades para contratar personal

Desde Tesco reconocen que el servicio al cliente sigue siendo una prioridad, pero que la eficiencia gana cada vez más peso en la toma de decisiones estratégicas.

NOTICIA RELACIONADA: Tesco presenta su hoja de ruta

La compañía británica también sigue liderando iniciativas para impulsar una distribución más responsable. Tras haber avanzado en la reducción del desperdicio alimentario y haber colaborado con WWF para minimizar el impacto ambiental del consumo, ahora Tesco plantea ir un paso más allá:

Quiere que los grandes distribuidores estén obligados a informar públicamente del porcentaje de productos saludables que venden, y de qué medidas toman para que esa proporción aumente.

Un movimiento que busca no solo reforzar su compromiso con la sostenibilidad, sino también abrir un debate sectorial sobre el papel de los supermercados en la salud pública.

TE PODRÍA INTERESAR

Newsletter fruittoday

Cada miércoles en tu email las noticias más destacadas de la semana hortofrutícola