La temporada 2023-2024 se presenta bajo algunas incertidumbres que afectan negativamente a la comercialización: alta inflación en los países europeos, precios de la energía elevados e importantes consecuencias derivadas de un cambio climático, que aúna tanto periodos de sequía como inundaciones.
No se puede dejar de lado la preocupación por la disponibilidad de agua para regar. Un buen ejemplo es lo acontecido en el norte y centro Europa, donde debido al frío y a una primavera húmeda, las siembras se realizaron más tarde de lo habitual y más tarde los cultivos estuvieron sumidos en un largo periodo de sequía.
En el sur de Europa, donde el área cultivada es prácticamente la misma que la temporada anterior, la falta de agua para riego provocó unos meses de sequía que afectaron a todos los cultivos de cebolla.
A pesar de los problemas y los altos precios, en la temporada actual la demanda de cebollas permanece estable. Sin embargo, hay cierta inquietud sobre la calidad y las pérdidas que se pueden producir en la clasificación de las mismas ya que la mayor parte de Europa registra calibres medianos y pequeños. Por ejemplo, Reino Unido tendrá un descenso del 11,2%, Países Bajos de un 5,2% e Italia de un -0,2%.
Globalmente, la producción europea es un 7% más elevada que en la campaña pasada, aunque España y Países Bajos, dos de los grandes productores, mantienen el mismo nivel productivo.
En nuestro país la cantidad se aproximará a 1.270.000 toneladas y en los segundos a 1.484.000 toneladas, misma cifra del año anterior. Por el contrario, Alemania pasará de 578.000 toneladas a 611.000 toneladas.
La característica transversal de la cosecha europea, aunque no de la española que dispone de una amplia variedad de tamaños, es la abundancia de los calibres de 40 a 70mm.
Alemania
El país germano mantiene un récord en su superficie plantada. Sin embargo, la siembra se produjo más tarde de lo habitual por el frío y al ambiente húmedo. En la primera parte del verano hubo un periodo muy seco en el que el riego se hizo absolutamente necesario y, en cambio, en la segunda parte, la lluvia hizo acto de presencia y fue muy beneficiosa para mejorar el crecimiento que, a pesar de todo, se quedó en calibres medianos.
¿Qué ocurre en los Países Bajos?
La temporada 2022-23 acabó antes de lo normal debido a la escasez de cebolla conservada.
La superficie plantada es más elevada en 2023-24 que en el año anterior, pero hay una bajada drástica de cebolla roja, un 25% menos.
Al igual que en el resto de países del norte de Europa la siembra se produjo más tarde de lo habitual por el frío y la humedad. La primera parte del verano fue muy cálida y se hizo necesario el riego. Por el contrario, en la segunda parte, las lluvias hicieron acto de presencia y marcaron un crecimiento adecuado de las cebollas.
Los precios continúan altos, especialmente para la falta de rojas. La exportación se comporta un tanto lenta por los precios elevados. Algunos países tradicionalmente importadores masivos de cebolla procedente de los Países Bajos han cambiado a proveedores más baratos y piden menores cantidades.
Nueva Zelanda se prepara para la exportación
El país notó ciertas dificultades al principio de la campaña 2022-23 debido a las inclemencias meteorológicas, con grandes ciclones e inundaciones en los campos. El Niño afectó con fuertes lluvias y granizo.
A pesar de todo, la siembra se llevó a cabo en tiempo y forma, con la excepción de la zona cercana a Pukekohe.
Las condiciones de exportación han sufrido un importante cambio debido al incremento de los costes, pero las exportaciones hacia la Europa Continental mantienen una buena racha.
Esta temporada el país aumenta su superficie de cultivo en cebolla amarilla, aunque mantiene una cosecha menor en rojas.
India, líder en producción
India es el primer productor mundial de cebolla. El cultivo se divide en dos temporadas, la primera de diciembre a enero en la zona de Kharif y la segunda, de abril hasta mayo en la zona de Rabí
La temporada de Rabí es la más importante y es, además, la que mantiene más altos rendimientos. Sin embargo, este año la cosecha en esta área tendrá problemas de calidad por los monzones. La siembra en Kharif también sufrió retraso por los mismos vientos.
En la campaña pasada, el gobierno tuvo que intervenir para asegurar el suministro y solo permitió un 40% de las exportaciones. El ejecutivo impuso un precio mínimo de exportación (800 dólares por tonelada hasta diciembre de 2022) que acabó con protestas callejeras. Ante tal situación los precios aumentaron rápidamente y los importadores de cebollas indias buscaron nuevos proveedores.
La producción de este año será algo inferior a la anterior llegando a 30.200.000 toneladas con una cifra de superficie también menor, 1.740.000 hectáreas, frente a las 1.910.000 del año anterior.
Senegal y Costa de Marfil
Senegal es el principal destino de las cebollas procedentes de Países Bajos, pero en los últimos tiempos esta relación comercial tiende a la baja y el país africano se está decantando por las importaciones desde China.
En los pasados años, Costa de Marfil mantenía un incremento constante de sus importaciones, siendo, al igual que Senegal, el principal importador de cebolla holandesa. Sin embargo, esta tendencia se rompe en 2023, año en el que las importaciones procedentes de Países Bajos sufren un descenso significativo.
Debido a los altos precios que registraron las cebollas holandesas, Costa de Marfil decide aumentar sus compras a países más cercanos.
Egipto
El país de los faraones duplica sus exportaciones a la UE en 2022-23. La razón se debe a la escasa producción europea y a los reducidos stocks de cebolla.
La devaluación de la moneda egipcia hizo que las exportaciones tuvieran un precio muy competitivo en el mercado.
En la campaña actual, las exportaciones están siendo muy altas.
Los precios que se pagan a los productores se han incrementado rápidamente y alcanzan un buen nivel. Consecuencia de ello es la intervención del gobierno egipcio desde el 1 de octubre para asegurarse que el mercado local está abastecido.
Situación mundial
El cambio climático y las extremas condiciones del clima están limitando el cultivo de cebolla y la consecuencia más inmediata son unos precios significativamente altos.
En todo el mundo la demanda es más alta que la oferta por lo que se está fraguando una gran competencia en el comercio mundial. La provisión de cebolla roja resulta insuficiente en Europa, y en la clasificación de toda la cebolla se están produciendo importantes pérdidas debido al calibre y la calidad.
India y Egipto sufren restricciones gubernamentales para que no se vendan las cebollas propias fuera del país y sus ciudadanos resulten abastecidos.
Los países africanos importadores de cebolla han empezado a abastecerse de países más cercanos y de China.
Brasil podría entrar en el juego comercial y convertirse en una potencia exportadora hacia Europa entre marzo y mayo del 2024.
En líneas generales, en todo el mundo hay una gran incerteza debido a la dificultad de aprovisionamiento y al desarrollo alcista de los precios.