Enza Zaden: genética con resistencia alta, la aliada invisible frente al ToBRFV

Unos 130 profesionales del sector han participado en la jornada ‘Creando valor, compartiendo conocimiento’, para conocer los portainjertos con resistencia alta a ToBRFV de Enza Zaden
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El virus rugoso (ToBRFV) ha puesto en jaque el cultivo de tomate a nivel mundial. Desde que apareció esta problemática, la casa de semillas Enza Zaden comenzó a trabajar en materiales para ofrecer soluciones efectivas a los productores. Primero fueron sus variedades en los principales tipos de tomate, bajo el paraguas HREZ, que ya copan más de 3.000 hectáreas de cultivo a nivel internacional, y posteriormente les tocó el turno a los portainjertos, también con HREZ, para reforzar la estrategia contra el virus.

Para comunicar sus avances en este sentido, el pasado jueves la compañía organizó una nueva edición de sus jornadas ‘Creando valor, compartiendo conocimiento’, bajo el título la ‘Resistencia alta a ToBRFV: Claves para proteger tu cultivo desde la raíz’. En ella estuvieron presentes unos 130 profesionales del sector. Los asistentes pudieron conocer de primera mano los últimos avances y estudios que hay respecto al ToBRFV de la mano de expertos como Carmen Lacasa, colaboradora científica del IMIDA, el doctor en Ciencias Biológicas Antonio Montserrat y el equipo de Enza Zaden.

Triples coinfecciones, la tónica habitual

Carmen Lacasa, colaboradora científica del IMIDA, compartió los principales resultados de estudios realizados en la región de Murcia. El análisis de muestras sintomáticas recogidas en campo mostró una realidad preocupante: solo un 1,4 % de las plantas infectadas presentaba un único virus. “Lo habitual era que hubiera una coinfección”, señaló Lacasa. De hecho, el 24 % de las muestras contenía hasta tres virus simultáneamente, seguidas por las infecciones cuádruples y quintuples. Lo más frecuente es la combinación del rugoso con PepMV-CH, PepMV-EU, ToCV o ToFBV. Esta combinación de infecciones explicaría la gran variabilidad de síntomas asociados al rugoso.

“No hay una solución única y sencilla para un problema tan complejo como el que representa el virus rugoso

La segunda ponencia, ‘Medidas integradas para la prevención y manejo del ToBRFV’, corrió a cargo de Antonio Montserrat, Doctor en Ciencias Biológicas, recordó que la entrada del virus en una parcela suele deberse a personal o materiales contaminados procedentes de otras explotaciones.

Por ello insistió en que, en la medida de lo posible, no se permita que el personal que trabaje en otras parcelas acceda con la misma ropa o herramientas a otras fincas. También advirtió sobre restos vegetales o malas hierbas hospedantes, focos de inóculo en los que el virus puede perdurar más de dos años.

Dentro del invernadero, la propagación se da por labores como entutorado o deshojado, especialmente si hay daño físico. Entre las medidas preventivas, Monserrat recomendó desinfectar herramientas y guantes en fases iniciales y compartimentar zonas afectadas, eliminando plantas con síntomas.

A modo de conclusión, subrayó que “ninguna de las tesis garantiza al 100% el que se elimine el virus de las parcelas. Podemos hacer lo que queramos, podemos eliminar el 99,9% del virus de las parcelas, pero basta que después se infecte una única planta para tener problemas en la nueva plantación”. Por ello, es clave combinar todo tipo de prevenciones con un buen manejo agronómico y el uso de variedades y portainjertos con resistencia alta.

‘No te olvides de tus raíces, protege tu cultivo’

En su ponencia ‘No te olvides de tus raíces, protege tu cultivo’, el Product Manager Western Europe de Enza Zaden, Carlos Herrerías, abordó la resistencia alta como pieza clave en la lucha contra el virus rugoso del tomate (ToBRFV), siempre de la mano de una estrategia integrada de prevención.

Herrerías habló de la rápida expansión del virus desde su detección inicial en 2014 en Israel, un país en el que hoy en día “apenas se puede cultivar”, y “han optado por convivir con el virus. Y es algo que nos puede pasar a nosotros si no adoptamos las soluciones necesarias a tiempo”.

Desde que se detectó el virus por primera vez, Enza Zaden ha destinado importantes recursos a la búsqueda de una solución. Fruto de su intensa labor de desarrollo fue la gama HREZ de variedades con resistencia alta, que se comercializan en todo el mundo desde 2022.

Junto a las variedades de tomate HREZ, Enza Zaden ofrece dos portainjertos HREZ: Stromboli y Sanafir. Un «extra de protección» que fortalece el sistema radicular previniendo la entrada del virus.

Además de recomendar el uso de portainjertos con resistencia alta HREZ para cultivo tradicional en invernadero, Herrerías comentó que, en cultivos sin suelo, se pueden llevar a cabo dos estrategias. “Podemos cambiar todos los años el sustrato, como hacen en Holanda, pero sabemos que el virus se puede transmitir por agua, así que no se reduce totalmente el riesgo”. La otra opción es usar portainjertos con resistencia alta HREZ.

En la última parte de la jornada, Manuel Ruiz Ayala, del equipo comercial de Enza Zaden, detalló las ventajas de los portainjertos HREZ, Sanafir y Stromboli, que actúan desde la raíz, reduciendo el riesgo de multiplicación y concentración de virus a nivel de suelo y evitando que el virus se propague hacia la planta. Esta genética disminuye la posibilidad de multiplicación de virus lo que reduce el riesgo de que surja una mutación.

Se compartieron los resultados y lecciones aprendidas de los ensayos realizados en todo el mundo, con un enfoque integral que abarca desde la compatibilidad en semillero, pasando por el comportamiento en campo, hasta la vida útil en postcosecha. Durante los ensayos se evaluaron parámetros como vigor, sanidad, producción, calibre, calidad comercial y vida útil. Las tipologías analizadas incluyeron tomate rama, pera, cherry pera suelto y cherry redondo, entre otros.

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El portainjerto Stromboli, de vigor medio, está especialmente indicado para variedades de sabor y calibres pequeños, mientras que, Sanafir, con vigor medio-alto, responde con eficacia ante las condiciones más exigentes (suelos pesados, aguas salinas o parcelas con fuerte presión de virus). Ambos materiales destacan por su paquete completo de resistencias, no solo al ToBRFV, sino también a Fusarium oxysporum, Fusarium radicis. f.sp.  lycopersici y otros patógenos del suelo.

El resultado final demuestra la compatibilidad de Stromboli y Sanafir con las genéticas susceptibles y/o de resistencia intermedia. Aun así, «seguimos confiando en que la mejor solución para evitar la transmisión del virus es combinar una variedad HREZ con un portainjerto HREZ», afirmó Ruiz Ayala, reiterando la necesidad de un enfoque agronómico global que combine genética, manejo higiénico y prevención estructural.

A través de la gama HREZ con materiales adaptados a las distintas tipologías de tomate y a las necesidades de cada mercado, Enza Zaden refuerza así su compromiso con la sostenibilidad del cultivo y la sanidad vegetal, apostando por soluciones reales y contrastadas frente a una amenaza que sigue condicionando las decisiones de siembra en las principales zonas productoras del Mediterráneo.

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