“Es una campaña que ha empezado unos 12 días antes que cualquier otra que yo haya conocido, lo que quiere decir que también acabará pronto,” explica Antonio Caballero, gerente de Frutas Torero.
Uno de los inconvenientes de esta situación es la falta de un buen calibre de fruta, pero previendo esta situación “lo que tocaba hacer era un buen clareado de los árboles y cada empresa lo ha llevado de una manera. En Frutas Torero hemos estado muy pendientes de todo lo que sucedía en el campo”.
La primera semana de campaña no tuvo los flujos adecuados en los mercados europeos por la falta de buen tiempo en destino, pero a partir de la segunda, la demanda mejoró ostensiblemente y “se puede decir que está siendo una buena campaña hasta la fecha (última semana de mayo), pero en los días que faltan podría ocurrir que coincidiéramos en el mercado con diferentes zonas productoras y la situación se complicara,” matiza el ejecutivo.
“En realidad, en la semana 21, en Frutas Torero llevamos el 80% de la fruta recolectada, aunque nos quedan unas dos semanas de campaña en las que la competencia puede ser fuerte si realmente entran en producción otras zonas como Badajoz o Lleida. La fruta de Murcia no puede competir en precios con la fruta catalana,” explica Caballero.
La firma de Abarán comercializa unos 7 millones de kilos de fruta de hueso y está especializada en las variedades más tempranas para continuar la temporada con la uva.
La temporada de fruta murciana se caracteriza por ser una campaña que se concentra en muy pocas semanas, entre 5 y 8 semanas, en la que cada año las empresas deben hacer frente a unos costes crecientes y al problema de la mano de obra, tanto en campo como en almacén.