Si nada lo impide, en apenas quince días el Parlamento Europeo dará luz verde a una normativa que podría ser la estocada final a la agricultura. Del 20 al 23 de este mes, la eurocámara debate y vota el reglamento sobre el Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios, un texto que si sale adelante supondrá la prohibición del 65% de los plaguicidas que ahora utilizan los agricultores para combatir plagas como el cotonet o la araña roja de los cítricos. «La consecuencias para el campo serán nefastas», avisa Víctor Viciedo, presidente de l’Associació de Llauradors Independents de Vila real (ALIV), quien hace un llamamiento a todo el sector, a la administración española, y también los consumidores, para alzar la voz, movilizarse y tratar de evitar la aprobación de la nueva ley.
Tras el visto bueno de la Comisión de Medio Ambiente y Salud Pública del Parlamento Europeo (Comenvi), a finales del pasado mes de octubre, la propuesta de reglamento llega ahora a la eurocámara, que deberá votar un texto elaborado por la eurodiputada austriaca de Los Verdes Sarah Wiener y que todavía es más restrictivo que la propuesta inicial de la estrategia De la granja a la mesa, dado que aumenta del 50% hasta el 65% la cantidad de fitosanitarios a eliminar. «Una vez aprobado por el Parlamento, el reglamento pasará al Consejo Europeo que será el que finalmente tome la decisión definitiva, aunque nunca suele ser contraria a lo que se vota en el Parlamento», describe Viciedo, quien insiste en que las medidas contempladas en el texto no están avaladas por ningún informe técnico, ni por ningún análisis de impacto medioambiental. «Tampoco hay ningún motivo de peligrosidad, ni toxicidad y ni siquiera contiene instrucciones para dejar productos alternativos a los que se van a prohibir», añade.