De ser una fruta exótica a convertirse en cultivo rentable. Así ha evolucionado el aguacate en España, especialmente en zonas como la Axarquía malagueña, otras provincias andaluzas y la Comunidad Valenciana. La superficie cultivada ya supera las 22.000 hectáreas y el consumo se ha duplicado en diez años: de 0,93 kg per cápita en 2013 (38.000 toneladas por valor de 91 millones €) a 1,95 kg en 2023 (más de 90.000 t. y 383 millones €), según los últimos datos del Panel del MAPA.
A nivel europeo, la tendencia es similar. El consumo ha superado los 2 kg por persona, aún lejos de países como EE. UU. (5 kg) o México (10 kg), lo que indica un amplio margen de crecimiento.
“Con el mango o la chirimoya ha ocurrido algo similar, pero también observamos un creciente interés por cultivos como la papaya, la pitaya o el maracuyá. Incluso guayaba y litchi, aunque aún anecdóticos, podrían tener futuro si analizamos bien su potencial productivo”, señala Carlos Baixauli, director del Centro de Experiencias de Cajamar.
Jornada frutas tropicales en Paiporta
El pasado martes 3 de junio, el Centro de Experiencias Cajamar (Paiporta, Valencia) acogió la jornada “Frutas tropicales y exóticas: digitalización y sostenibilidad para un sector en expansión”. Promovida por la Fundación Cajamar y ASOPROA, reunió a expertos para analizar si España puede consolidarse como principal proveedor de frutas tropicales para el mercado europeo.
Uno de los ponentes, Juan José Hueso (Estación Experimental Cajamar), lo planteó así: “Los supermercados buscan nuevas referencias, productos diferenciadores, sabrosos y atractivos. Estos cultivos, primero demandados por población migrante, ahora se ven como opciones gourmet cada vez más comunes en la cesta de la compra”.
La jornada abordó el potencial real de producción en la Comunidad Valenciana y otras zonas mediterráneas e incluso del litoral cantábrico.
“Contamos con la ventaja competitiva de la cercanía al mercado europeo y británico, menores costes logísticos y una red comercial consolidada. Además, nuestra producción tiene una huella de carbono mucho menor que la fruta importada de ultramar”, añadió Hueso.
NOTICIA RELACIONADA: La verdad sobre el consumo de agua del aguacate
Sostenibilidad y digitalización: claves del modelo español
El evento también puso el foco en la producción bajo invernadero o ‘malla sombra’, así como al aire libre, según condiciones agroclimáticas. En la mesa redonda final, moderada por Baixauli, participaron Paula Ruiz (Trops), Celestino Recatalá (ASOPROA y AVA-ASAJA) y Manuel Almenar (Anecoop).
El uso de herramientas digitales fue otro eje central. Se presentaron los avances del proyecto Go Irrigate y la experiencia de Widhoc Smart Agro Solutions en eficiencia hídrica, así como el modelo de transferencia tecnológica de Trops, líder en exportación de aguacate y mango.
Sanidad vegetal: la gran amenaza
Más allá de las oportunidades, el evento también abordó los principales desafíos, como la sanidad vegetal. Agrobío analizó las posibilidades del control biológico y el IVIA expuso estrategias para la gestión integrada de plagas emergentes, con especial atención al Scirtothrips spp., un insecto altamente polífago que ya ha afectado al aguacate, el mango y los cítricos.
Desde la Universidad de Málaga se presentaron estudios sobre la ‘muerte regresiva del aguacate’, un síndrome multifactorial que provoca el colapso progresivo del árbol y puede llegar a ser letal.


































































































