Según declaraciones recientes de su presidente, Mariano Zapata, los principales desafíos incluyen restricciones en productos fitosanitarios, impacto de los acuerdos internacionales como Mercosur, falta de mano de obra cualificada e incertidumbre sobre el suministro de agua, especialmente a partir de 2027.
Plagas crecientes y restricciones fitosanitarios
Uno de los temas más preocupantes es la continua restricción de los productos fitosanitarios disponibles debido a las normativas nacionales y europeas. Estas restricciones, combinadas con el aumento de plagas derivado del cambio climático, dificultan la producción de los cultivos más importantes como lechugas, brócoli y pimientos. “Estamos llegando a un punto en el que producir una lechuga será económicamente inviable si no se toman medidas”, explica el presidente de Proexport.
Mercosur
El acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur también genera incertidumbre. Productos provenientes de países sudamericanos, donde las normativas fitosanitarias son más laxas, podrían inundar el mercado europeo a precios más bajos, perjudicando a los agricultores locales. “Mientras en España se nos exige cumplir con estrictos estándares, los productos importados no tienen las mismas regulaciones, creando una competencia desleal”, destacó el dirigente.
Mano de obra
La falta de mano de obra es un problema transversal en todo el sector y se hace especialmente grave en aquellas regiones donde la agricultura contribuye de manera muy notable a su PIB, como la Región de Murcia.
Cada año resulta más difícil encontrar mano de obra cualificada tanto para campo como para la confección de los productos en las centrales hortofrutícolas. “La única solución que nos queda es lograr la máxima tecnificación, con la incorporación de la maquinaria más avanzada y sistemas automatizados que permitan una mejora de la productividad, pero con todo y con eso la mano de obra es absolutamente primordial”.
Crisis hídrica: una amenaza inminente
Otro punto crítico es el acceso al agua. Las restricciones previstas para 2027 incluyen el cierre de pozos y una reducción del 35% en el suministro del trasvase Tajo-Segura. Esto se suma a la falta de nuevas infraestructuras, como desaladoras, para garantizar el acceso a agua de calidad. “Sin soluciones concretas, el futuro de la agricultura en regiones como Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana está en riesgo.”
Un futuro incierto, pero no insalvable
Proexport planea abordar estos problemas formando alianzas con asociaciones de otras regiones afectadas, como Andalucía, la Comunidad Valenciana y Extremadura con el objetivo de presionar al Gobierno y a la Unión Europea.
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A pesar de las adversidades, el sector ha demostrado su resiliencia y buen hacer con los resultados de las tres últimas campañas de pimiento que han sido exitosas tanto para los propios agricultores como para comercializadores.
En líneas generales, el presidente de Proexport asegura que “el sector hortofrutícola murciano se encuentra en una encrucijada y debe estar preparado para afrontar los retos de un entorno cada día más regulado y competitivo. Todo ello exigirá unidad, innovación y apoyo gubernamental para mantener una posición de liderazgo en Europa, tanto producción como exportación de frutas y hortalizas.”