En el primer asalto que sufrió este vivero de referencia en la producción de plantas mediterráneas ornamentales, cítricos y frutales, los ladrones sustrajeron dos máquinas (un dumper y un rulo compactador) que estaban siendo empleadas por Vivercid precisamente para las labores de reconstrucción. Ambas máquinas estaban alquiladas y contaban con un seguro en caso de robo. El gran tamaño y peso de las mismas sugieren que los ladrones disponían de la organización, los conocimientos y los medios necesarios para llevar a cabo una actuación tan compleja. Curiosamente, al día siguiente del robo, la banda dejó abandonada otra máquina de origen desconocido en un camino al lado del vivero.
Robos posteriores
Dos robos posteriores se centraron en el cableado de cobre que había colocado en las instalaciones del vivero. En la primera ocasión los ladrones arrancaron el material del suelo en una parcela afectada por la DANA, mientras que en un segundo allanamiento robaron el cobre que discurría cubierto por protectores de goma a varios metros de altura a lo largo de los invernaderos. La cantidad del material sustraído alcanza los 4.000 metros de longitud y el valor económico de los robos asciende a 20.000 euros, a lo que hay que añadir los sobrecostes de mano de obra porque la empresa ha decidido quitar el cable que quedaba para que no lo roben también, los gastos de la posterior colocación de cobre y los problemas indirectos por falta de suministro eléctrico.
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“Damnificados por la DANA y vapuleados por los robos”. Así se mostró el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, tras conocer los hechos: “La lacra de los robos es una vergüenza indigna de un estado de derecho como el nuestro. En el caso de Vivercid, ha interpuesto denuncias ante la Guardia Civil, porque tiene seguro, pero la mayoría de robos no se denuncian al considerarse una pérdida de tiempo. Por eso las estadísticas oficiales no reflejan la realidad del sector agrario. Cuando no son cosechas (aceitunas, aguacates, algarrobas, naranjas, etc.), son plantones, y cuando no son máquinas, son materiales (cobre, hierro, etc.) o instalaciones de riego. Esta situación es insostenible y las administraciones han de tomar decisiones contundentes para acabar con este problema”.
Más vigilancia
AVA-ASAJA ha solicitado a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, que intensifique la vigilancia en las explotaciones y en los centros que pueden recibir productos robados, utilizando para ello las nuevas tecnologías disponibles. Asimismo, plantea el estudio de “modificaciones en el Código Penal para aumentar las penas, sobre todo en los casos reincidentes”.
En otra misiva, la organización agraria igualmente pide al alcalde de Chiva, Ernesto Navarro, que aumente la vigilancia de la policía local en el término municipal ya que “los propietarios agrarios también pagan contribución y tienen los mismos derechos que el resto de ciudadanos a sentirse seguros”.