Urge blindar el campo ante los nuevos trips

El agro almeriense llama a reforzar el biocontrol tras la expansión de Thrips parvispinus y otras especies emergentes

La irrupción de nuevas plagas en los cultivos de invernadero del sureste español, como Thrips parvispinus y Scirtothrips, ha generado una creciente preocupación entre los productores. En las campañas 2023/24 y 2024/25, las pérdidas ocasionadas por estas plagas han sido considerables, lo que ha vuelto a poner en el centro del debate la necesidad de reforzar el uso del control biológico como estrategia prioritaria de manejo fitosanitario.

En este contexto, la asociación IBMA España, que representa a las empresas del sector del biocontrol, organizó el pasado 17 de junio en El Ejido una jornada informativa bajo el lema “Control biológico: la estrategia prioritaria frente a plagas y enfermedades en cultivos de invernadero”. El acto reunió a representantes institucionales, organizaciones agrarias, técnicos agrícolas y empresas especializadas para abordar conjuntamente los retos que plantea la gestión de plagas emergentes.

“Nadie puede poner en duda que el control biológico funciona y que es la única opción disponible en el mercado para controlar las plagas sin generar resistencias, sin dejar residuos químicos y sin necesitar plazos de seguridad”, afirmó Marisé Borja, presidenta de IBMA España.

Construir el futuro sin olvidar el pasado

“El campo almeriense debe construir el futuro sin olvidar el pasado”, recalcó Borja, en alusión a la denominada ‘crisis del pimiento’ de 2006, causada por residuos de Isofenfos-metil.

El presidente de COITAAL, Fernando Paniagua, lanzó un mensaje especialmente dirigido a los técnicos más jóvenes: “No podemos vivir otra situación así. Aquella crisis dañó gravemente la imagen del sector. Tenemos que actuar con rigor y responsabilidad”. Paniagua anunció además la creación de un canal de denuncias anónimo para comunicar posibles malas prácticas.

Aquel capítulo supuso un punto y aparte en el sector invernado, que empezó a apostar por el control biológico, convirtiéndose en un referente mundial en este aspecto. Sin embargo, en los últimos años se ha producido una desaceleración en la implantación del control biológico y un retroceso en cultivos de melón y sandíaSituación fitosanitaria (2).

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Juan Tomás Cano, presidente de Hortyfruta, recordó que en 2023/24 apenas se incrementó un 7% la superficie respecto a 10 años antes, y alertó de la pérdida de confianza en la lucha biológica por parte de algunos agricultores. “El éxito del control biológico depende de que se aplique bien, desde el inicio de la campaña y de forma coordinada”.

Las herramientas existen, y son numerosas: el mercado español dispone de más de 20 soluciones biológicas específicas para el control de trips (ver cuadro adjunto).

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, definió el control biológico como “un antes y un después” para la agricultura de invernadero y pidió no bajar la guardia.

Las empresas de biocontrol (Agrobío, Biobest, Bioline, CBC y Koppert), insistieron en la necesidad de aplicar la lucha biológica de forma preventiva, con asesoramiento técnico profesional y sin dejar de innovar. “Tenemos herramientas eficaces para combatir Thrips parvispinus y Scirtothrips, pero hay que usarlas correctamente y desde el inicio del ciclo”.

Respaldo al biocontrol con inversión pública

El delegado territorial de la Consejería de Agricultura, José Antonio Aliaga, destacó el papel clave del control biológico para reducir los residuos de fitosanitarios en frutas y hortalizas almerienses. “Nuestra reputación comercial está en juego”, advirtió, recordando que la Junta de Andalucía ha gestionado más de 36 millones de euros en subvenciones para la adquisición de insectos auxiliares en los últimos tres años.

Asimismo, la Junta reunió al Grupo de Trabajo de Sanidad Vegetal con el sector hortícola almeriense para analizar la situación fitosanitaria en 2024/25, marcada por la fuerte incidencia de Thrips parvispinus en pimiento. Dentro de su plan de trabajo actual, la Administración está llevando a cabo el refuerzo de la campaña Compromiso Verde, control de restos vegetales y semilleros, reuniones técnicas con el sector, y actualización continua de estrategias eficaces en la web de la RAIF. Además, se ha ampliado el análisis de sustancias activas y la toma de muestras.

El Ifapa presentó avances prometedores en investigación sobre biocontrol del Thrips parvispinus, y se acordó revisar la situación al inicio de la campaña 2025/26.

“El control biológico en primavera va para atrás”

Antes de hacerse público el balance de la campaña agrícola 2024/25 en Almería, José Antonio Aliaga avanzó que el control biológico en melón y sandía ha experimentado un descenso. “Históricamente no ha acabado de cuajar la suelta de insectos en esos cultivos. La excusa (en referencia a los agricultores) siempre ha sido que el ciclo de cultivo dura muy poco, que no es efectivo, pero nosotros hemos insistido siempre y hay que seguir insistiendo” en la necesidad de realizar sueltas.

En 2023/24 el control biológico en cultivos de melón en Almería se aplicó a 710 hectáreas, muy lejos del pico máximo de 2008/09 con 4.901 has. En sandía hubo 1.420 has de control biológico, y la máxima se registró en 2010/11 con 2.835 has.

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