FENACORE (Federación Nacional de Comunidades de Regantes) urge revisar la planificación hidrológica para cubrir la falta de inversión en infraestructuras y garantizar la producción de alimentos.
Los regantes defienden un Pacto Nacional del Agua para blindar los planes hidrológicos de las injerencias políticas y del ecologismo radical. FENACORE, que representa a más de 700.000 agricultores de toda España, pide aprender la lección de la DANA y revisar la planificación hidrológica para incrementar la inversión en obras hidráulicas, que mantiene un déficit de 3.000 millones de euros, y de esta manera garantizar el agua para riego y asegurar así la producción de alimentos.
De manera urgente, FENACORE aboga por la construcción de las 27 presas que recogen los planes hidrológicos vigentes aprobados por el Gobierno en enero de 2023, que contribuirían a mitigar las consecuencias de las sequías e inundaciones, como la última DANA.
Una petición que FENACORE ha realizado tras el Anuncio de la Dirección General del Agua por el que se inicia el periodo de información pública del proceso de planificación hidrológica (revisión para el ciclo 2028-2033) correspondientes a las demarcaciones hidrográficas del Cantábrico Occidental, Guadalquivir, Ceuta, Melilla, Segura y Júcar y a la parte española de las demarcaciones hidrográficas del Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana y Ebro.
Momento de hacer alegaciones para defender el regadío
FENACORE pide a todas las Federaciones de Cuenca y a las Comunidades de Regantes que aprovechen el proceso de revisión de los planes hidrológicos vigentes -que culminará antes del 31 de diciembre de 2027, con la aprobación de los planes hidrológicos para el periodo 2028-2033- para mandar sus alegaciones en defensa de los intereses del regadío, que actualmente pasan fundamentalmente por ese déficit de la inversión en obras hidráulicas. De hecho, un 29,2% de infraestructuras hidráulicas de interés general no se han construido, pese a haberse aprobado en los diferentes planes de cuenca y contar con sus informes preceptivos.
No a las injerencias políticas
En este marco, la Federación defiende la elaboración y puesta en marcha de unos planes hidrológicos sin injerencias políticas ni ideológicas donde la opinión de los regantes sea escuchada.
Además, de esta manera se facilitaría que el Estado ejerza plenamente sus competencias sobre la gestión del Dominio Público Hidráulico y la planificación hidrológica en las cuencas intercomunitarias defendiendo los intereses generales, tal como la Constitución reconoce.
La Federación recuerda que los documentos iniciales, elaborados por las correspondientes confederaciones hidrográficas, estarán durante seis meses en información pública, hasta el 20 de junio de 2025, pudiendo consultarse en sus páginas web, tal y como se indica en el BOE. Durante ese periodo cualquier interesado podrá realizar las propuestas, observaciones y sugerencias que estime convenientes.
Preferencias por el ecologismo
Recientemente, en el marco de la presentación del primer ‘Plan de acción frente a DANAS’, FENACORE ya recomendó destinar los 2.500 millones de euros de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos presupuestados para derribar presas, a la ejecución de nuevas obras hidráulicas.
NOTICIA RELACIONADA: Andalucía invierte 165M de euros para llevar el agua depurada a los cultivos
En cualquier caso, los regantes reconocen su preocupación por que en el nuevo ciclo de planificación hidrológica siga primando el ecologismo y la restitución de los ríos a su régimen natural, con unos caudales ecológicos que no han dejado de aumentar.
Evaluación de los caudales ecológicos
La Federación confirma que los responsables del Ministerio se han comprometido a que en estos nuevos planes hidrológicos se cumpla el procedimiento de elaboración previsto en la legislación, que obliga a hacer una evaluación previa de los efectos económicos y sociales de la implantación de estos caudales.
Según Juan Valero de Palma, presidente de FENACORE, “el inicio de la revisión de los planes hidrológicos marca el momento de hacer las alegaciones para defender el regadío, corregir el déficit de inversión en obras hidráulicas y garantizar el agua para todos, también para los regantes. Ahora que arranca este cuarto ciclo de planificación, tenemos la posibilidad de cambiar lo que no nos gusta. Como por desgracia ha demostrado la DANA, la opinión de los regantes no puede ningunearse para la correcta planificación hidrológica, ya que nosotros nos jugamos mucho en ello, tanto a nivel económico como social. Este nuevo ciclo de planificación debe servir para hacer las obras hidráulicas sostenibles que salvan vidas y para asegurar un horizonte justo, ordenado y estable del agua en España”.