El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la subida del 4,4% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que se fijará en 1.184 euros brutos al mes en 14 pagas. La medida, acordada entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos CCOO y UGT, tendrá un impacto significativo en el sector agroalimentario, beneficiando a miles de trabajadores agrícolas mientras genera preocupación entre los empresarios del sector.
¿Cómo afecta la subida del SMI al sector agrícola?
Según CCOO de Industria, esta actualización salarial beneficiará especialmente a los asalariados de la agricultura a jornada completa, donde el 39% de los trabajadores percibirá el salario mínimo en 2025. En cifras absolutas:
- 159.600 trabajadores del campo cobrarán el SMI en 2025 (un 24% más que en 2024).
- 9% de los 1,79 millones de perceptores del SMI en España pertenecen al sector agrícola.
Vicente Jiménez, responsable del Campo en CCOO de Industria, destaca:
«La medida garantiza mejores condiciones para los trabajadores temporales de campañas agrícolas y beneficiará a las categorías más bajas, actualizando las tablas salariales de casi todos los convenios del sector.»
Por su parte, UGT-Fica, a través de su secretario del sector agroalimentario, Sebastián Serena, ha lamentado la falta de diálogo en el sector primario y ha criticado que los convenios colectivos no hayan permitido negociaciones salariales previas a esta subida.
Críticas de las organizaciones agrarias: “Inasumible sin bonificaciones”
Las organizaciones agrarias han expresado su preocupación ante el incremento de costes que supone la subida del SMI:
- Asaja advierte que el impacto real para los empresarios agrícolas será de 1.925 euros por trabajador, incluyendo cotizaciones e IRPF.
- COAG estima que la subida tendrá una repercusión de 1.000 millones de euros sobre el sector.
- UPA señala que los aumentos salariales deben trasladarse a la cadena alimentaria, sin que los agricultores y ganaderos asuman el coste en solitario.
Juan José Álvarez, secretario de organización de Asaja, denuncia:
«La subida del 80% acumulada desde 2017 es inasumible para el sector agrario sin compensaciones. Si el Gobierno no aprueba bonificaciones, las explotaciones no podrán soportar este sobrecoste.»
Desde COAG, Miguel Padilla critica que la mano de obra se está convirtiendo en el principal coste de las explotaciones, mientras que los productores siguen sin poder fijar los precios en origen.
“A los productores no nos ponen los precios por decreto, pero sí nos imponen costes sin compensaciones”, subraya Padilla.
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Rentabilidad del sector y desigualdad con el SMI
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha señalado que el rendimiento neto anual de los agricultores es inferior al SMI. En 2022, el rendimiento neto fiscal medio fue de 12.441 euros, un 11% por debajo de los 14.000 euros anuales del salario mínimo.
La organización critica:
«El Gobierno no reconoce el esfuerzo de los autónomos agrarios, que deben asumir estos incrementos sin apoyo ni ajustes en los precios de venta de sus productos.»
Impacto en la industria alimentaria y la hostelería
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS) han remitido su valoración a la CEOE, que no respaldó el acuerdo del SMI.
Hostelería de España ha expresado su preocupación por un posible efecto dominó, donde el aumento del SMI conlleve un incremento generalizado de salarios en el sector, afectando la rentabilidad de bares y restaurantes.
Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, advierte:
«Si los salarios crecen sin estar ligados a una mayor productividad, las empresas tendrán problemas y deberán hacer ajustes.»
Conclusión: la necesidad de medidas compensatorias para el sector agrario
El incremento del SMI en 2025 supone una mejora de las condiciones salariales para miles de trabajadores agrícolas, pero también plantea un reto económico para agricultores y empresarios del sector primario.
Organizaciones agrarias y empresarios demandan:
- Bonificaciones y compensaciones fiscales para aliviar el impacto del aumento de costes.
- Mecanismos para trasladar los costes salariales a la cadena alimentaria.
- Revisión de la rentabilidad de las explotaciones agrícolas ante la subida acumulada del SMI.
El debate sigue abierto: ¿podrá el sector agrario asumir este nuevo incremento sin apoyo gubernamental?




































































































