Marc Peyres, director de la firma francesa Blue Whale, explica muy bien por qué se produce este fenómeno que tiene diferentes aristas: por un lado, las variedades actuales, aunque de mayor sabor, tienen menor rendimiento que las que se producían hace 30 años; por otro lado, el cambio climático tiene una gran influencia en la producción final de los campos y, finalmente, se cuenta con menos soluciones fitosanitarias para proteger a los cultivos.
Pero ¿es realmente un problema que exista esta disminución de producción si a la vez disminuye la demanda? Peyres asegura que sí. Al existir menos producción, baja el consumo porque se realizan menos promociones y “hay que vigilar muy de cerca que esta bajada de consumo no sea extrema y se estabilice. Además, esto explica muy bien el crecimiento de precios en los últimos tres o cuatro años” señala el directivo.
Las variedades de hoy en día
En otro orden de cosas, el sector ha sufrido en los últimos 30 años muchos cambios porque las variedades que hoy tenemos normalizadas no existían. “No teníamos ni Gala, ni Fuji, ni Braeburn, ni muchas otras y todo ello significa también que las variedades que veamos en 10 o 20 años serán muy diferentes a lo que hoy tenemos.”
“Resulta casi inimaginable que yo le diga a un cliente español que Candine puede reemplazar a Fuji en 10 años, pero hace 30 años, también se decía que la Fuji nunca iba a reemplazar la roja y así ha sucedido.”
Otro de los aspectos que se debe tener muy en cuenta es el de la productividad. “Debemos producir con costes bajos. Si producir resulta muy caro el mercado no va a aceptar el producto. Además, para llegar bien a los diferentes destinos se necesitan una distribución y una organización que permitan soportar el crecimiento de la variedad,” remarca Peyres.
“Las variedades actuales son mucho mejores de comer que las de hace 30 años. Si queremos vender fruta fresca hay que vender fruta con sabor porque sino no existe ningún interés por parte del consumidor en cambiar de variedad.”
En este sentido, el ejecutivo señala que Pink Lady es el claro ejemplo de que el sabor de una variedad triunfa sobre cualquier otro aspecto.
Pink Lady y Candine
Las estrellas varietales de la compañía francesa siguen siendo Pink Lady, que representa más del 30% de su venta y Candine, que mantiene muy buenos resultados, por su sabor un poco más dulce.
Las importaciones desde el hemisferio sur permiten que la compañía tenga disponibilidad de Pink Lady durante las 52 semanas del año.
Por su lado, Candine resulta ser una manzana muy interesante, siendo el resultado de la variedad Fuji con Ariane. “Nuestras expectativas son muy altas porque hemos conseguido una variedad muy jugosa, con mayor sabor que una Fuji”. Candine se impone en el mercado galo y está teniendo mucho éxito también en Inglaterra y Alemania.
Más lejos, en Asia, “las pruebas que hicimos hace algunos años tuvieron mucho éxito y en la feria Hong- Kong hubo mucho interés. Aunque no es una zona tradicional de producción de manzanas, resulta sencillo presentar novedades porque existe esa cultura por el producto y les gusta lo dulce”.
Desde Blue Whale, no se descarta trabajar la variedad con otros destinos en América central, América del sur u Oriente Medio. “Los mercados de la manzana son muy dinámicos”.
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Otra de las variedades de éxito, pero que se circunscribe al mercado francés es Coeur de Reines. Se corresponde con una fruta tradicional francesa, con un gusto muy apreciado por el consumidor galo.
La pera
La asociación hace 10 años con las cooperativas de Val de Loire supuso la introducción de una nueva categoría de producto, la pera. En Blue Whale ya no se producía porque en el sur de Francia se había arrancado. Sin embargo, el mercado recibió bien el producto, la pera Angys y la categoría fue aumentando volúmenes.
Hoy, dispone de tres variedades para cubrir la temporada francesa: Qtee, Fred y Angys.
El objetivo final pasa por alcanzar las 20.000 toneladas de producto.
Kiwi
Este año se espera alcanzar otras 6.000 toneladas de producción de kiwi. “Hemos trabajado con Zespri Gold y, una vez que nuestros agricultores han aprendido a cultivar este kiwi, los resultados son altamente satisfactorios. Contamos con unas 180 hectáreas y seguimos trabajando para duplicarlas dentro de 3 a 5 años”
Los destinos comerciales de la compañía gala ¿? están muy repartidos, llegando a un total de 70 países, entre los que se incluye el propio mercado interior francés, que ocupa alrededor de un tercio de las ventas.