El presidente de Interfresa, José Luis García-Palacios, ha comentado hoy en rueda de prensa que el sector fresero de Huelva está detectando «los primeros síntomas» de que el mercado no absorbe las producciones que ya se están dando en las plantaciones freseras.
García-Palacios, que ha estado acompañado por el vicepresidente y el secretario de la Interprofesional, Cristóbal Picón y Alberto Garrocho, respectivamente, también ha mostrado su preocupación porque la «compleja climatología» que se ha registrado durante este invierno -que «ha reducido sustancialmente el trabajo»-, y las dificultades comerciales que el sector ha tenido por el coronavirus se traslade al final al productor onubense.
No obstante, el presidente de Interfresa ha añadido que «habrá que esperar hasta mayo, junio o incluso julio para poder realizar un balance más global de la actual campaña».
El presidente de Freshuelva, Alberto Garrocho, que ha calificado este pasado invierno de «fatídico, diferente y malo», espera que las temperaturas se estabilicen durante la primavera y se recupere el ritmo de producción habitual que se registra por estas fechas.
Defensa del sector
Por otra parte, la Asociación Interprofesional de la Fresa Andaluza (Interfresa) ha aprovechado la ocasión para realizar un nuevo balance del trabajo que realizan las empresas asociadas en la provincia de Huelva durante la campaña de los frutos rojos, destacando la «responsabilidad» de las mismas con respecto al cumplimiento de la normativa vigente. De este modo, han explicado que el sector genera entre 80.000 y 100.000 puestos de trabajo cada campaña (el 52 por ciento españoles, 20 por ciento comunitarios y 28 por ciento no comunitarios), y que supone una contribución al Producto Interior Bruto de Andalucía del 8 por ciento.
Por todo ello, los tres representantes de Interfresa han defendido la imagen del sector y la de los agricultores «de los ataques generalizados», y donde su presidente, José Luis García-Palacios, ha incidido en que no tolerarán «ninguna actuación que vaya en contra de la ley».
En este sentido, el vicepresidente Cristóbal Picón, ha recalcado que desde la Interprofesional se denunciará tanto a los agricultores que actúen de forma irregular como a las organizaciones sindicales que sin saber las consecuencias «atacan a un sector consolidado desde hace ya más de 60 años. Por eso, no vamos a permitir que digan barbaridades y nos vamos a defender para poner a cada uno en su sitio».
Alberto Garrocho ha reconocido que los frutos rojos generan y mantienen un empleo considerable en esta provincia y «por ello tenemos que defenderlo para que nadie pueda deteriorar la imagen tanto del sector como la de Huelva».
El gerente de Interfresa, Pedro Marín, ha apuntado que «no se puede consentir el ataque y la demonización» de un sector que representa 11.630 hectáreas de plantación, 1.300 productores, seis asociaciones empresariales, y que es «punta fundamental de la economía onubense».
En concreto, de la superficie total de este año, 6.105 hectáreas están dedicadas a las fresas (2 por ciento menos que la pasada campaña), 3.310 al arándano (7,20 por ciento más), 2.070 a la frambuesa (10 por ciento menos) y 145 se dedican a las moras (la misma cantidad que la pasada campaña).
Con respecto a los salarios, Marín ha apuntado que el convenio colectivo del sector en Huelva establece el mismo salario para todos los trabajadores independientemente de su género o su procedencia, y que este se sitúa en torno a los 1.300 euros al mes.
De este modo, desde Interfresa han subrayado que el sector ha movilizado desde 2016 a un total de 44.458 personas y han tramitado 64.219 autorizaciones en tránsito fronterizo, a través del mecanismo internacional de contratación reglada en origen, «único en el mundo» y que «ha sido refrendada por todos los grupos con representación en el senado como un modelo eficaz», que «requiere mejoras» pero que «ha permitido la viabilidad de las últimas 20 campañas desarrolladas».
«Esto es lo que representa el sector cuando se habla de él o cuando se refieren a él», ha indicado Pedro Marín, quien ha lamentado que «puede haber quien lo esté haciendo mal» pero condena «el ataque y la demonización» que, asevera, sufre el sector y que «va buscando la intención de hundir y perjudicar» al mismo.
Denuncias
En este punto, ha subrayado que durante la campaña 2019-2020 se produjeron «solo siete denuncias» en la provincia, «de las cuales cinco de ellas no corresponde al ámbito de la responsabilidad empresarial, por tratarse de supuestos delitos de violencia doméstica». Así, ha subrayado que «solo se han producido dos denuncias en empresas del sector, lo que supone un 0,0015 por ciento de la totalidad de las empresas que componen el tejido del sector de los frutos rojos» y que implican a 18 personas afectadas, «un 0,0018 por ciento de los trabajadores del sector».
«Del 2016 hasta la fecha se han denunciado a tres empresas por vía laboral, con un total de once posibles víctimas de vulneración de derechos laborales, de las cuales dos empresas han tenido derivación a la vía penal con ocho presuntas víctimas por vulneración de derechos humanos y todas han sido o archivadas o desestimadas», ha apuntado Marín, que ha añadido que esto representa un total del 0,002 por ciento de las empresas del sector y un total del 0,0011 por ciento de los trabajadores».
Por ello, ha defendido que serán «contundentes» contra todo el que actúe «con impunidad», pero que «no se puede consentir la globalización que se hace al sector» porque «cualquier ataque tiene que estar avalado por las estadísticas y los datos reales», al tiempo que ha señalado que el pasado 4 de marzo el fiscal de Extranjería «afirmó que no existían indicadores de ningún tipo de violencia sexual en el campo».
Desde Interfresa, además, ha exigido a las administraciones una solución a los asentamientos ya que consideran «injusto» que se responsabilice al sector de los mismos, destacando que ya en 2010 solicitaron al Ministerio Fiscal que «actuará de forma contundente para determinar cuáles son las competencias de cada administración para que se solucionara el problema».
Fuente: agrodiariohuelva.es