El seguro agrario tuvo un año menos negativo de lo previsto, con una siniestralidad que alcanzó los 712 millones de euros. A pesar de ello, por cuarto año consecutivo, las indemnizaciones superaron los 700 millones, aunque se situaron lejos de los 1.241 millones de 2023, un año marcado por una sequía histórica.

Heladas y DANA

Los eventos siniestrales más destacados del año han sido las heladas que se registraron entre enero y marzo y las de finales de abril y mayo, que causaron daños en frutales, cítricos y viñedos, con un coste total de 79 millones de euros. Las tormentas de pedrisco, viento y lluvia sumaron 261 millones en indemnizaciones, destacando la DANA de octubre en Valencia, con 60 millones en daños.

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Como avanzó ayer, Agroseguro gestionó 118.000 siniestros agrícolas y 103.000 pecuarios, cubriendo 1,66 millones de hectáreas y 1,38 millones de servicios de retirada de animales muertos. Las mayores indemnizaciones fueron en cultivos herbáceos (123 millones), uva de vino (105 millones), frutales (93 millones), hortalizas (57 millones) y cítricos (56 millones). Los seguros pecuarios alcanzaron los 157 millones.

Riesgos climáticos

Estas cifras, se apunta desde la entidad, «confirman el impacto de los riesgos climáticos y consolidan el seguro agrario como herramienta clave de protección, reflejando la confianza de agricultores y ganaderos, que han aumentado la contratación de pólizas para 2025«.