Fruit Today magazine, en el marco del Congreso de Europatat celebrado en Lille, a mediados de este mes de junio, tuvo ocasión de hablar con Berta Redondo, secretaria general de la asociación europea, quien nos habló sobre la estructura de la organización, su trabajo y principales desafíos.
Actualmente, Europatat agrupa a 71 miembros de 20 países europeos, tanto de la Unión Europea como de otros estados como Noruega y Suiza. Su red de asociados abarca toda la cadena de valor de la patata: desde empresas de semilla (como Agrico, HZPC, Meijer o Europlant y otras más), pasando por comercializadores y envasadores, hasta otras entidades clave para la actividad, como empresas auxiliares y organizaciones de promoción comercial.
Organizados para responder a cada necesidad del sector
Europatat desarrolla su actividad a través de cinco comisiones especializadas, que permiten responder de manera eficaz a los retos actuales y futuros del sector:
- Comisión de Patata de Siembra: Se centra en garantizar el acceso a los mercados internacionales para la patata de semilla y en defender al sector frente a trabas o restricciones en terceros países.
- Comisión de Patata de Consumo: Analiza la situación del mercado, realiza previsiones de cosecha y busca soluciones para frenar el descenso en el consumo de patata fresca, promoviendo alternativas adaptadas al cliente final.
- Comisión Técnica: Aborda aspectos relacionados con la seguridad alimentaria, la regulación de productos fitosanitarios y otros desafíos técnicos para garantizar que la patata cumpla con todas las normas de calidad y seguridad.
- Comisión de Sostenibilidad: Nació para apoyar a las empresas en la adopción de criterios de responsabilidad ambiental y social, ayudándolas a adaptarse a las demandas del mercado actual y a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- RUCID (Arbitraje para el sector de la patata): Ofrece un sistema específico de resolución de conflictos para la comercialización de patatas, donde expertos del sector actúan como árbitros para garantizar soluciones rápidas, eficaces y menos costosas que la vía judicial tradicional.
El éxito del lobby en la Ley de Envases
Uno de los ejemplos más recientes e ilustrativos del trabajo de Europatat como lobby en Bruselas es su intervención en la Ley de Envases y Residuos de Envases para frutas y hortalizas. El texto original de la Comisión Europea preveía prohibir todos los embalajes para productos de menos de 1,5 kg, lo que habría afectado de manera crítica al sector de la patata, tradicionalmente comercializado en mallas y otros formatos similares.
Europatat, junto con otras asociaciones europeas, asumió la responsabilidad de representar al sector en este debate clave. A través de reuniones y negociaciones directas con la Comisión Europea, consiguió que la norma final únicamente prohibiera el plástico de un solo uso para envases de menos de 1,5 kg, garantizando que otras soluciones de envasado (papel, mallas mixtas, etc.) sigan estando permitidas.
Esta victoria demuestra la importancia de contar con un interlocutor eficaz en Bruselas para defender los intereses de un sector clave para la agricultura y la comercialización europea.
Sin embargo, el reto más importante al que se enfrenta la asociación y que fue debatido ampliamente en el Congreso, es el descenso del consumo de la patata en fresco y cómo acceder a un nuevo consumidor, que “a lo mejor tiene una versión distorsionada de la patata porque piensa que engorda o es aburrida, pero que, sin embargo, está decantándose por opciones como la patata microndable o V gama,” explica la secretaria general.
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Otros temas en los que el sector está trabajando activamente y que representan un desafío importante es la afección que supone el cambio climático en las cosechas europeas y la extensión de las plagas. “Las plagas que antes conocíamos en países del sur de Europa, como el alfilerillo, están llegando a países como Austria, y el problema más acuciante radica en que no contamos con sustancia activas con las que luchar. Se están haciendo grandes esfuerzos con otras materias, pero no hemos encontrado una solución total ni absolutamente efectiva para ello,” asegura la directiva.
Por otro lado, Europatat se encarga de posicionarse en Bruselas, al igual que Freshfel, a favor de las nuevas técnicas genómicas o CRISPR. “Es necesario que los europeos distingan perfectamente entre un producto modificado genéticamente y la edición genética porque son técnicas absolutamente diferenciadas y esta última nos daría la posibilidad de avanzar muchos años en la consecución de nuevas variedades, sin riesgo alguno,” finaliza Redondo.