La idea pasa porque dos de ellas se conviertan en una gran cámara frigorífica y para la venta quede solo una. “Crecer en capacidad de frío es muy importante para nosotros y por eso iniciamos este proyecto,” asegura Vicente Escandell, director de la compañía.
Por su parte, Aida Escandell, perteneciente a la generación más joven que se ha sumado a la empresa familiar, asegura que “frente a la escasez del año pasado, en esta temporada las ventas son fluidas debido a la mayor abundancia de fruta, sobre todo cerezas, melones y sandías.”
Desde sus paradas, tanto en los pabellones B como D, la compañía ofrece una consolidada y completa gama de frutas y hortalizas de calidad, entre las que destacan por su alta especialización el fresón, las setas y la cereza. En verano destaca la sandía Fashion y la de Caparros y bajo la marca ‘líder de Villaconejos’ destacan también melones y sandías, junto a calabazas.
A la firma, que presume de tener proveedores desde hace 40 años, le gusta trabajar con agricultores pequeños, con los que mantiene importantes lazos de confianza y amistad.
Aida Escandell cree que “en general, el consumidor no concibe que la fruta pueda ser cara. Sí lo pueden ser la carne o el pescado, pero no la fruta. En este negocio hay que mover muchos kilos porque los márgenes con los que trabajamos son muy estrechos.” asegura.
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La compañía cuenta con otras cuatro paradas en la nave B, tres bajo la insignia de Escandell y una bajo el nombre de Lucas, el fundador de la empresa. Otra de sus previsiones futuras pasa por renovar la imagen de la empresa.


























































































