El Grupo Bolschare, compañía con sede central en España y dedicada a la gestión de activos agrícolas, energéticos y médicos, ha presentado hoy en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) su plataforma Arima, la primera calculadora agro certificada que mide el impacto directo e indirecto de las emisiones de CO2, lo que le permite analizar el compromiso ambiental de empresas, sectores y países. Sus promotores han desvelado que la herramienta, antes de lanzarse de forma oficial al mercado, ya ha comprometido la gestión de 22 millones de hectáreas a nivel global, lo que equivale a una facturación de 3.300 millones de euros.
El proyecto Arima
El presidente del Grupo Bolschare, Ignacio Schmolling, y el CEO de Bolschare Agriculture han encabezado la delegación del holding que ha estado presente en la jornada inaugural del World Agri Tech Innovation Summit, espacio de referencia internacional del sector. Arropados por una delegación de la embajada de España en Emiratos Árabes, el Grupo ha expuesto por primera vez en público el proyecto Arima, que además de ejercer de calculadora para la medición de todos los criterios ESG, se perfila como un servicio disruptivo de gestión y monitoreo en tiempo real y en remoto de fincas y grandes extensiones de terreno.
“Estamos muy orgullosos de exponer hoy públicamente y en un foro de referencia internacional que desde España y desde el sector de la agricultura es posible impulsar proyectos disruptivos e innovadores con capacidad de revolucionar el mercado tal y como lo hemos conocido hasta ahora”, ha expuesto Schmolling. Según ha matizado, los números hablan por sí mismos: la herramienta ha atraído el interés de clientes por valor de 22 millones de hectáreas en 8 países y 4 continentes, lo que se traduce en una facturación comprometida superior a los 3.300 millones de euros.
El Grupo ha aprovechado la ocasión y el escenario para revelar que Arima fue sometida a análisis por la consultora internacional Crowe, que elaboró un minucioso informe de valoración económica de la herramienta. Todo, a partir de criterios como el negocio comprometido a partir de contratos ya firmados con clientes en cartera, así como de la asunción de negocio de la plataforma a raíz del ya generado por el propio Grupo. En este sentido, Crowe cifró el valor ha de la plataforma en más 2.000 millones de euros.
Modelo de negocio
La herramienta, han explicado sus promotores, surge de un conjunto de necesidades estructurales y transforma el compromiso con el medio ambiente en una oportunidad de negocio. Todo ello, a través de estrictos sistemas de medición del impacto social, de la biodiversidad o de la huella hídrica y de carbono basados en tecnología disruptiva.
En este punto, la compañía destaca que la Unión Europea ha implementado nuevas metas regulatorias de ineludible cumplimiento para afrontar la crisis climática. Entre ellas, la reducción del 55% en las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030. Y esa regulación, matizan, obliga a empresas, sectores y países a compensar su impacto medioambiental negativo con la compra de créditos de carbono. ¿Qué papel juega Arima? Aporta la medición exhaustiva que permite certificar con garantías inéditas el impacto positivo y la compensación de CO2 de las empresas, sectores e incuso de países enteros.
Calculadoras innovadoras
Del mismo modo, la plataforma ofrece una variedad de servicios especializados. Cuenta con la «Calculadora de Huella de Agua» y la «Calculadora de Huella de Carbono». La primera ofrece mediciones precisas del consumo de agua, mientras que la segunda proporciona una evaluación detallada de las emisiones y retenciones de GEI, cumpliendo con la norma ISO 14064. Además, la herramienta incluye los «Reportes de Arima», donde se presentan informes del Cuaderno de Campo, informes de biodiversidad, informes ESG e informes de gestión de almacén. Del mismo modo, proporciona asistencia en la obtención de certificaciones que cumplen con los más altos estándares medioambientales, asegurando así un compromiso sostenible y rentable para sus usuarios.
Asimismo, proporciona un «Cuaderno de Campo», que registra todos los procesos agrarios de una finca, ya sea de forma automática mediante GPS o de forma manual con el registro detallado de los trabajadores. Otro servicio destacado es el «Gemelo Digital», un modelo virtual que recrea en tiempo real todo lo que sucede en las explotaciones, proporcionando datos sobre la mejora del rendimiento, supervisión remota, predicción y detección de fallos, y simulación de escenarios previos a la producción real.
Herramienta disruptiva y pionera
Durante la exposición que el Grupo ha llevado a cabo en las instalaciones del Hotel Conrad de Dubái, donde ha tenido lugar la feria internacional, la compañía ha expuesto que esta ha sido reconocida por Aenor como la única calculadora de huella de carbono certificada capaz de determinar el impacto directo e indirecto de las emisiones de CO2.
En este sentido, el modo más utilizado para medir la huella de carbono es el Protocolo GHG, método que separa las emisiones de gases en tres alcances. El alcance 1 corresponde a las emisiones directas por el consumo de combustibles de una empresa u organización; el alcance 2 incluye emisiones indirectas por la energía comprada; y el alcance 3 agrupa al resto de emisiones indirectas en la cadena de valor. “La certificación de Aenor supone todo un hito en la medida en que, por primera vez, una herramienta de estas características contempla las mediciones de carbono para los alcances 1 y 2 (acciones directas) y para el alcance 3 (acciones indirectas)”, ha advertido Schmolling.

































































































