La inflación y la presión sobre el poder adquisitivo están reconfigurando el panorama del sector de IV gama. Así lo constata Primaflor, uno de los principales operadores nacionales en productos frescos y procesados, que en los últimos años ha reforzado su posicionamiento como proveedor estratégico de marcas de distribución (MDD). Actualmente, destina el 65 % de su producción total a este canal, incluyendo fresco, IV gama, ajo pelado, Delifood y complementos.
“La sensibilidad al precio sigue siendo el principal factor de decisión de compra en esta categoría, favoreciendo el peso cada vez mayor de las marcas de distribuidor en el lineal”, apuntan. Esta tendencia se refleja especialmente en su gama de productos convenience, que ha aumentado el volumen por encima del mercado.
Bowls: nuevas posibilidades de consumo
En paralelo, la categoría de ensaladas muestra signos de estancamiento, particularmente en el formato ‘ensalada completa’. “La fuerte presión de MDD, que compite con precios muy agresivos, ha frenado el crecimiento de referencias marquistas en este segmento”, explican.
Conscientes de esta realidad y de las oportunidades que esta nueva situación de mercado les brinda, Primaflor trabaja en el desarrollo de una nueva conceptualización de la categoría. “Un nuevo concepto que se ajusta a los nuevos momentos de consumo y oportunidades que los consumidores demandan, sin olvidarnos de poner foco en la sostenibilidad, la eficiencia y el valor gastronómico de las recetas, como siempre desarrolladas por la inestimable mano de Rodrigo de la Calle, cocinero estrella verde Michelin”.
Retos del convenience
“El consumo de productos listos para comer está cambiando, para entender los nuevos retos debemos aplicar una visión holística del consumidor y de cómo varían sus hábitos, tanto en los momentos de consumo de una ensalada, como los ingredientes que conforman su dieta o dónde lo consumen.
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El precio sigue siendo uno de los caballos de batalla para conquistar al consumidor, aunque pensamos que está dispuesto a pagar lo que cuesta una buena ensalada siempre y cuando se ajuste a sus necesidades. El mercado cambia, y las ensaladas también deben cambiar, ofreciendo opciones que realmente aporten verdadero valor al ‘consumidor de convenience’ con un coste que se ajuste a sus necesidades”.
Uno de los retos es conseguir sorprender al consumidor en el lineal con nuevas recetas sanas, ricas y cotidianas que les permita practicar un consumo responsable y sostenible.