A las pocas horas de confirmarse el cambio, el nuevo primer Ministro Sir Kier Starmer ya había nombrado los principales cargos de su gobierno, entre ellos el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Steve Reed.
La estrategia electoral de los laboristas ha sido no tener demasiado protagonismo, dado que la clave de las elecciones ha sido más las ganas de los británicos de echar a los conservadores del poder que las simpatías por los laboristas. Por eso su programa era esencialmente poco concreto, salvo declaraciones generales destinadas a que los electores confiaran en ellos y se creyeran que van a mejorar sus vidas.
Esto se refleja en las líneas de trabajo del ministerio:
- Limpiar ríos, lagos y mares. ¿Por qué? Las empresas que gestionan el agua han vertido aguas sin depurar de forma frecuente a las vías de agua, contaminando ríos y playas, sin que el gobierno conservador hiciera mucho por evitarlo. Hasta el punto de crear alarma social.
- Cero residuos. Una línea de trabajo heredada del gobierno anterior, y que afecta mucho al sector alimentario. El anterior gobierno quería que fuera obligatorio hacer memorias anuales sobre el desperdicio alimentario, cuantificando y detallando las medidas para reducirlo, aunque luego retiraron la idea, y después hicieron una consulta al sector. Esta consulta se que quedó en nada al adelantarse las elecciones.
- Impulsar la seguridad alimentaria, una medida largamente demandada por el sector. Es necesario, según el sector, tener una estrategia para cultivar más alimentos en el país, y que sean más saludables y con un menor impacto medioambiental. La otra cara de la moneda es la crisis por la que pasan muchas empresas del sector productor, que no son competitivas para los precios que ofrecen pagar los distribuidores locales, y tienen que cerrar.
- Garantizar la recuperación de la naturaleza, y mejorar la biodiversidad, y van a utilizar el nuevo régimen que sustituye la Política Agraria Común para fomentar esto.
- Proteger a las comunidades rurales en zonas con peligro de inundación, un problema muy grave en el Reino Unido por los malos criterios para ubicar algunas zonas urbanizables y construir en ellas, bloqueando vías de escape del agua.
Además, el sector primario pide que se le tenga más en cuenta a la hora de negociar acuerdos de comercio internacionales, dado que la impresión que se tiene es que para conseguir firmar alguno de ellos se han hecho demasiadas concesiones a los productores de alimentos extranjeros, haciendo un intercambio del tipo, te dejo venderme comida a cambio de que tú me dejes venderte servicios, la verdadera estrella de las exportaciones británicas.
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Y otra petición es la de poder disponer de más mano de obra extranjera, ya sean temporeros para el sector agrario como de empleados fijos para el sector cárnico, dado que ambos sectores tienen un déficit grande de personal, y ofrecen trabajos que no atraen a los británicos.