La casa de semillas Ramiro Arnedo continúa su avance firme en la búsqueda de variedades que combinen resistencia, facilidad de manejo y una alta rentabilidad para el agricultor. En esta campaña, la compañía centra su estrategia en varios cultivos clave, con especial protagonismo de los pimientos tipo California rojo Victoriano, Testudo y Clipeo, todos ellos englobados dentro de la línea ProRes, que aúna producción y resistencia.
“Victoriano es el más precoz de los tres, adaptado a trasplantes desde finales de junio hasta el 10 de julio. Le siguen Clipeo, ideal para la primera quincena de julio, y Testudo, que cubre fechas más tardías hasta agosto. Todos comparten resistencias destacadas a ceniza, spotted y L4, además de ofrecer plantas vigorosas, abiertas y muy productivas”, señala García.
La apuesta por la resistencia se extiende también a otros cultivos. En berenjena, Serafina “destaca por su vigor, su cáliz verde y su aspecto impecable, ideal para trasplantes durante todo agosto”. En pepino, la novedad es Sebas, un holandés con cuádruple resistencia a amarilleo, vena amarilla, CGMV y ceniza, pensado para siembras de finales de verano.
La casa también está introduciendo novedades en los segmentos de lamuyos y californias, con materiales como Domecq (extra temprano), Jandilla (medio) o los california amarillos Ambarino y Leonado, todos con genética reforzada frente a las principales enfermedades.
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El tomate es otro de los cultivos en el punto de mira, con la incorporación de un beef, un pera gordo y un Daniela (Surprised), todos con resistencia a rugoso. Y en melón, el portfolio lo completan los clásicos Hawaii, Nassau y Bahamas, fieles al estándar amarillo de la casa.
“Una de las cualidades principales que buscan nuestros genetistas es la rusticidad de las plantas. Queremos variedades que abarquen a un gran abanico de productores, que no necesiten un cuidado especial”, remarca el técnico.
La filosofía es clara: ofrecer plantas productivas, rústicas y accesibles a todo tipo de agricultores, capaces de responder a las exigencias del clima actual sin requerir manejos complejos. En Ramiro Arnedo, la resistencia no está reñida con la calidad: es la base sobre la que se construye el futuro de sus variedades.