“Si incorporamos todas las subidas al precio de los productos, al final, lo que tenemos son productos mucho más caros para comer. Esto podría significar una tendencia peligrosa, que puede influir en un cambio de costumbres en el consumidor, en el sentido de que, en vez de comprar frescos, compre congelados o directamente se vaya a otra categoría” así explica la situación Angel García, gerente de Soltir.
Además de los incrementos de los insumos, que ya se habían producido con anterioridad, los agricultores del Campo del Cartagena han tenido que hacer frente a la subida del agua, el bien más preciado de la zona, que ha pasado de valer 28 céntimos metro cúbico a costar 42. “Lo podemos asumir gracias al encarecimiento de las hortalizas, pero estamos en una situación límite, asegura García”
A pesar de todo, 2023 fue un buen año y las perspectivas para 2024 son positivas, con las mismas producciones y mismos volúmenes, a excepción de la alcachofa, que desciende un 20%. “Los socios están cansados de luchar con la alcachofa en el campo y no conseguir rendimientos suficientes para hacer rentable el cultivo”
Otros factores negativos que se ciernen sobre este cultivo son la necesidad de mucha agua, de lluvia y de frío, aspectos que cada día son más insólitos. “Este año es muy posible que haya un 30% menos de alcachofa en general y en el Campo de Cartagena un 20% menos.”
En un sentido absolutamente contrario se encuentra la producción de habas, que se ha recuperado hasta casi un millón de kilos.
Respecto a la campaña de pimiento, Soltir, el mayor productor de pimiento Lamuyo en la Región de Murcia, mantiene la misma previsión de producción que otros años, unas 400 hectáreas. Al contrario de lo que sucede con otras hortalizas, los pimientos se ven muy favorecidos por las buenas temperaturas, y hacen prever un buen comienzo de recolección sobre mediados de marzo.
Infraestructuras
A sus 15.000 metros de amplitud, la Organización de Productores murciana mantiene un proyecto de ampliación pendiente que supondría una nueva nave de 5.000 metros para el manipulado, y que quedó sin hacer debido al incremento de los costes. “Sin embargo hemos realizado pequeñas modificaciones como la ampliación de la zona del cartón y el cambio de la parte de producción de alhóndiga a confeccionado. Y no descartamos hacer más instalaciones frigoríficas.”