Una granizada arrasa el 80% de los frutales en Lleida y deja pérdidas millonarias

La tormenta afecta a más de 13.000 hectáreas de fruta dulce en el Segrià y agrava la situación de unos agricultores ya golpeados por las heladas de 2022
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Una intensa granizada en Lleida ha provocado graves daños en la mayoría de zonas productoras de fruta dulce del Segrià. El temporal descargó con fuerza el pasado sábado sobre municipios como Aitona, Torres de Segre, Seròs, Alcarràs, Lleida, Torrefarrera y Corbins, cubriendo de blanco los campos y repitiendo, una vez más, el devastador escenario vivido en abril de 2022.

Según informan los primeros balances, la afectación en frutales alcanza niveles alarmantes. En zonas como l’Horta d’Alcarràs, algunos productores estiman que hasta el 90% de la fruta de hueso ha resultado dañada. Muchos frutos cayeron al suelo tras la tormenta, mientras que otros presentan golpes visibles o roturas en la piel, comprometiendo su calidad comercial.

Más de 13.000 hectáreas de frutales afectadas por la granizada

La organización agraria Unió de Pagesos estima que el temporal ha impactado sobre unas 50.000 hectáreas de cultivo en la llanura de Lleida, de las cuales entre 12.000 y 13.000 corresponden a fincas de frutales. El resto son principalmente cultivos de cereal de invierno.

“Esperábamos una buena cosecha este año. La fruta ya tenía buen tamaño y la semana próxima íbamos a empezar a aclarar. Ahora se nos viene el mundo abajo, no sabemos qué hacer”, confiesa un agricultor de Alcarràs, una de las localidades más afectadas.

Además de las pérdidas inmediatas, los golpes sufridos por los árboles también pueden dañar la madera, afectando su desarrollo y vigor para las próximas campañas. Esta situación amenaza con prolongar el impacto económico más allá de la presente cosecha.

Fuerte caída del valor comercial de la fruta

Jaume Gardeñes, responsable de fruta dulce en Unió de Pagesos, confirma que aunque parte de la producción podrá salir adelante, su valor comercial se desplomará hasta un 70%. El impacto en los ingresos de los agricultores será severo, con una fruta que, pese a llegar al mercado, se venderá a precios muy por debajo de lo esperado.

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Este nuevo golpe se suma a los recortes sufridos por los productores desde las heladas de 2022, que han reducido significativamente los importes asegurables. “Muchos habrían ampliado pólizas para cubrir bien los kilos, pero ahora hay fincas con menos del 40% asegurado”, advierte Gardeñes.

Seguros agrarios insuficientes ante el cambio climático

Los seguros agrícolas actuales no ofrecen cobertura suficiente. Los rendimientos fijados por Agroseguro están desfasados y los precios asegurados no reflejan el valor real de la cosecha. Esto deja a muchos agricultores expuestos a pérdidas económicas, incluso con seguro contratado.

Desde Unió de Pagesos insisten en la necesidad de adaptar el sistema de seguros a la nueva realidad climática. Además, reclaman al nuevo gobierno de Salvador Illa que impulse ayudas públicas para instalar redes antigranizo y antiheladas. “En muchos países europeos, las administraciones asumen hasta el 80% del coste de estas infraestructuras, que son imprescindibles pero inasumibles para el agricultor”, concluye Gardeñes.

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