La cooperativa onubense es una firme defensora de este tipo de prácticas para defender los cultivos de frutos rojos de los ataques de las principales plagas existentes en estos momentos: araña roja, pulgón, trips y orugas.
De hecho, el 100% de su superficie de frambuesa ya se cultiva bajo control biológico, así como el 80% de la superficie de arándano y el 30% de fresa. Todo esto bajo la supervisión de los técnicos de Koppert.
Gonzalo García, gerente de Koppert para España occidental y Portugal remarca que “en los últimos dos o tres años hemos desarrollado un protocolo fiable para el control de plagas en general y de Scirtothrips en particular. En el proyecto tan bonito que tenemos con Fresón de Palos, estamos trabajando en unas 150 hectáreas”.
Según Cristián Cumbreras, productor de fresa y frambuesa de Fresón de Palos, “estos bichitos son empleados míos que trabajan 24 horas al día y que, a largo plazo, tienen muchas más ventajas que la aplicación de productos químicos”.
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La primera estrategia de Koppert de control biológico contra el Scirtothrips en frutos rojos se basa en la combinación de dos enemigos naturales: el Amblyseius swirskii y el Orius laevigatus.
La eficacia de la combinación de ambas soluciones se debe a que Koppert ha identificado el momento idóneo de la suelta y las dosis más adecuadas.
Alfonso Domínguez, productor de arándanos y consejero de Fresón de Palos señala que “la aplicación de soluciones químicas tiene un gran problema y es que, aunque si la plaga vuelve ya estás limitado porque te quedas sin herramientas de lucha debido a las resistencias”.
Podrás encontrar el artículo completo con todos los detalles y declaraciones de los productores en nuestra próxima edición.