Así lo explica César Claramonte, su CEO, “solo hay que observar lo que ha ocurrido durante los últimos años, en los que los grandes se han fusionado con los grandes y donde, a todas luces, el agricultor mediano y pequeño se ha quedado fuera de todas las ecuaciones. Clasol es un proyecto para que tanto la empresa familiar como los agricultores medianos y pequeños, tengan razón de ser y formen parte de las estrategias que se implementan.”
“Estamos abiertos a que los agricultores pequeños se puedan asociar a este proyecto para seguir creciendo y poder jugar en la liga de los grandes, pero con otra visión completamente distinta,” remarca Claramonte.
El origen
Clasol nació en la década de los 60 como una compañía familiar de trading. Así continuó hasta que los cambios más destacados comienzan a producirse en 2017-18, con la incorporación de la segunda generación de la familia. “Nos dimos cuenta de que las agencias ya no tenían el mismo sentido, que la información fluía y había que adoptar cambios. Entonces empezamos a realizar inversiones en campo, adquiriendo ciertas empresas y desarrollando otras, porque queríamos crear un grupo que estuviese presente en todos los pasos de la cadena para ofrecer la mejor solución a los clientes, todo ello con nuestro propio talento y desde dentro de la compañía.”
En la actualidad el Grupo hortofrutícola está formado por diferentes sociedades integradas verticalmente de origen a destino, cubriendo todas las actividades de la cadena de suministro (cultivo, procesado, comercialización y transporte). Dispone de 6 almacenes, un centro logístico, una flota propia de camiones, 2.500 hectáreas de cultivo y más de 2.500 empleados.
La producción propia abarca desde los cítricos (con unos 120 millones de kilos) a la fruta de hueso, con fincas de ecológico y campos de arándanos en Rumanía. El facturado agregado de la compañía asciende a unos 240 millones de euros.
Entre las iniciativas futuras destaca la inversión de 40 millones de euros destinados, por un lado, a la creación de una nueva sede corporativa y, por otro, a la modernización de dos de sus plantas de procesado, con el objetivo de superar los 300 millones de facturación en la temporada 2026/27.
La campaña
En la actual campaña se ha puesto en marcha uno de los almacenes dotados de la más moderna tecnología, el ubicado en Betxí (Castellón).
La central de Betxí está conformada por calibradores electrónicos que clasifican las naranjas y clementinas según su color, tamaño y peso. Además, dispone de pesadoras verticales para optimizar el espacio de almacenamiento y un sistema de desinfección con agua caliente que mejora la eficacia de los tratamientos aplicados a la fruta.
Esta instalación sirve como modelo piloto para la implementación de la metodología “Lean”, que pretende ser replicada en las demás centrales de confección que posee la compañía, las situadas en Ulldecona, Alquerías, Calasparra y Palma del Río.
El reto ecológico
Clasol Bio S.L. es el resultado de la asociación de Clasol con la firma Sol y Sabor. La nueva empresa está dedicada exclusivamente a la producción ecológica y supone un importante paso hacia la sostenibilidad y la innovación dentro del sector. Con la gestión de 250 hectáreas propias, en las que se incluyen 187 de naranja bio, así como un almacén en Palma del Río, el grupo Clasol se posiciona como un referente entre los proveedores de producción ecológica.
Los 7 millones y medio de naranja ecológica que Clasol Bio ofrece se dividen en diferentes variedades: navelina, salustiana, navel late, navel powel, valencia late y navel cara cara, cubriendo todo el calendario de suministro.
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Por otro lado, el pasado verano la compañía y la Cooperativa San Alfonso complementaron su integración. La unión de 900 familias cooperativistas y la familia Claramonte da como resultado una entidad que supera los 2.000 trabajadores. “Creo que este movimiento nos ha llevado a unir lo mejor de los dos mundos, por un lado, la agricultura pequeña dentro de una cooperativa que mima sus campos, porque es su primera actividad y, por otro, la velocidad y la gestión de la empresa privada.”
Los mercados
Los destinos comerciales del Grupo se encuentran muy diversificados, pero destacan especialmente Francia y Alemania. También figuran en cartera todos los países nórdicos y un desarrollo más actual en Holanda, Inglaterra e Irlanda. Entre los países del este europeo figuran Rumanía y Hungría. En América destacan Canadá y Colombia. En el mercado interior, la firma figura como una gran proveedora de la gran distribución.
La evolución del Grupo Clasol evidencia un compromiso inquebrantable con la filosofía de su proyecto. “El crecimiento de la compañía se encuentra encaminado, pero lo significativo es el proyecto, cómo queremos contribuir a la agricultura y qué queremos para el futuro. Si las cosas se hacen bien y cuidas a los agricultores, la distribución cree en ti porque representas a la producción. El crecimiento es solo una consecuencia”.
Con esta visión consolidada, el Grupo está preparado para liderar el sector con sus recursos combinados y su amplia cobertura en la cadena de suministro, marcando un hito significativo en el sector hortofrutícola español.




































































































