El cultivo de tomate ya no es lo que era. Actualmente ha caído al 3° puesto en volumen en Almería. Y, si hablamos de exportación, Reino Unido ha pasado de estar en el Top3 al puesto número 5 en los destinos en los que se comercializa el tomate almeriense.
“¿Cómo debemos competir a partir de ahora? Se nos agota el tiempo de virar de rumbo”, alertó Ricardo Ortiz, Business Manager de Rijk Zwaan, en la apertura del II Congreso Tomeet. Con este planteamiento crítico, el encuentro, moderado por Maura Maxwell, de Eurofruit, puso el foco en uno de los temas más sensibles del sector: la pérdida de competitividad del tomate español frente a las exportaciones de terceros países.
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“Tenemos que reivindicarnos”
En la inauguración, Ricardo Ortiz apeló a una reflexión colectiva, alejándose del discurso derrotista: “No queremos venir a meter miedo, sino todo lo contrario, a reivindicarnos”. España aún cuenta con fortalezas clave como el talento técnico, una importante base productiva y una red consolidada de centros de I+D. Sin embargo, advirtió que los retos exigen anticipación. En el caso de Rijk Zwaan, “siempre tenemos que ir con 4 o 5 años de adelanto en lo que respecta a nuestro programa de mejora. Lo que nos ocupa ahora mismo es lo que va a ser una realidad en 2030. Pero cuidado, el margen entre lo que será y lo que es, cada vez se acorta más. Y nuestra competencia en el arco mediterráneo y más allá, está cada vez más cerca”.
Radiografía del retroceso
En la misma línea, Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal, hizo una radiografía del retroceso del tomate de España en los mercados europeos: “La superficie está disminuyendo en toda Europa, no solo en España, y empezamos a depender del tomate de terceros países. Cuando hablamos de soberanía alimentaria, hay que pensar que ya la estamos perdiendo y que en algunos cultivos, como la judía, la hemos perdido ya. Si no ponemos medios para frenar este abandono, dependeremos del tomate de terceros países”.
Los datos muestran una clara tendencia a la baja en destinos importantes como Reino Unido. En este destino, España ha pasado de exportar unas 130.000 toneladas de tomate a solo 46.000 en la última campaña, representando solo un 5,5% del total. Al mismo tiempo, Marruecos ha triplicado sus envíos a ese país. En el caso del mercado francés, Luis Miguel Fernández alertó sobre “prácticas fraudulentas de etiquetado” de tomate marroquí que erosionan la posición del producto nacional. Turquía, por su parte, ha duplicado sus exportaciones en cinco años.
A pesar de que en la campaña actual los precios en origen del tomate almeriense han mejorado respecto a ejercicios anteriores, los costes de producción siguen al alza, superando ya los 0,52 €/kg. Esta subida se debe, en parte, al aumento del salario mínimo interprofesional. Tanto es así que “la mano de obra cuesta casi el doble que la semilla”, dijo. Otro de los motivos es el encarecimiento de insumos, como daño colateral tras la pandemia y la guerra de Ucrania.
Normativas y sostenibilidad
“Llevamos 10 años hablando de sostenibilidad. Ahora lo que tenemos que hacer es recobrar esa competitividad que nos hace falta para no seguir perdiendo cuota de mercado”, afirmó el gerente de Coexphal. Y es que, como subrayó, la de Almería es ya “la agricultura más sostenible del mundo”.
Desde el punto de vista político, criticó la falta de control sobre el acuerdo de asociación con Marruecos, que ha permitido la entrada de tomate procedente del Sáhara sin distinción arancelaria. “La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE obliga a diferenciar el origen del producto, pero la Comisión ya ha anunciado que no piensa cumplirla”.
Ante este panorama, el sector reclama medidas concretas: nuevos precios de entrada diferenciados por tipo de tomate, mayor acceso a ayudas directas, armonización en el uso de materias activas fitosanitarias y una revisión de la estrategia europea que tenga en cuenta la protección del agricultor.
Tomate en el Mediterráneo: 50 años de transformación
Con motivo del 50 aniversario de la Estación Experimental de Las Palmerillas, Grupo Cajamar ha elaborado el estudio ‘El tomate en el Mediterráneo, 50 años de historia’.
Durante su ponencia, Ana Cabrera, técnico de mercados del Grupo Cajamar, ofreció una visión retrospectiva de la agricultura almeriense, estrechamente ligada al cultivo del tomate desde sus inicios. Este cultivo llegó a representar la mitad de la superficie invernada de Almería, pero con el paso de los años ha descendido hasta el 20% actual.
Actualmente la provincia de Almería produce 3,8 millones de toneladas de hortalizas por valor de 3.000 millones de euros (datos de la campaña 2024), de las cuales el 67,4% se exporta. La cifra de exportación resulta baja en comparación con el 70-80% de hace una década. En cuanto al tomate, la producción se sitúa en torno a 761.000 toneladas. Según Cabrera, este descenso obedece a diversos factores: aumento de costes laborales, mayor competencia exterior y menor productividad de especialidades como el cherry, que además es más demandante en lo que a mano de obra se refiere.
El análisis comparado con otros países mediterráneos refleja un cambio de liderazgo. Turquía, con 13 millones de toneladas de producción, es el “líder indiscutible” en producción de tomate en el arco Mediterráneo, aunque la inmensa mayoría de los volúmenes se queda en origen destinándose a consumo nacional. Marruecos, en cambio, destaca por su alta vocación exportadora: el 45% de su producción se comercializa fuera de sus fronteras. “Están haciendo su trabajo y lo están haciendo bien”, reconoció Cabrera, señalando también las importantes inversiones en infraestructuras hídricas de estos países.
Radiografía del consumo actual en Europa y Reino Unido
Desde una perspectiva de mercado, María José González, ejecutiva del Departamento Consumer & Marketing Insights de NIQ, ofreció una radiografía del consumo actual en Europa y Reino Unido. El tomate sigue liderando la categoría de verduras frescas en España, con una facturación de 1.236 millones de euros en gran consumo (representa el 18,4% del total de ventas de verduras frescas), aunque su precio medio ha bajado un 2,7% respecto a 2023, pasando de 2,73 euros a 2,66 en el 2024.
En Reino Unido, el tomate goza de un consumo habitual, con compradores frecuentes que adquieren pequeñas cantidades y valoran sobre todo el aspecto visual, el sabor y el grado de maduración. González subrayó que, para los consumidores británicos, “el origen es importante: el tomate del sur de Europa se percibe con mayor calidad y sabor frente a los de países africanos o del norte europeo”. Pero, a pesar de esto, advirtió: “No están dispuestos a pagar más por él”.
La ejecutiva de NIQ invitó al sector a reforzar la presencia en los lineales británicos, mejorando formatos, cuidando la presentación y apostando por variedades de pequeño calibre, en rama y de cultivo ecológico. Además, instó a mantener la rentabilidad sin perder competitividad. “Aumentar productividad, reducir costes, diversificar mercados y ajustar la oferta a lo que demanda el consumidor” son claves para el futuro, subrayó.
La competición por servicio se intensifica
David del Pino, Managing director de Freshtrategy, mostró la evolución de precios del tomate rama y pera en la última década y advirtió: “Esto que llamamos volatilidad está repitiendo patrones de hace 30, 35, 40 años”. En su ponencia, ‘Tendencias y atributos competitivos del tomate en los mercados’, Del Pino hizo un repaso de los elementos clave que definen el posicionamiento del tomate en los mercados internacionales, especialmente en Europa.
Destacó que actualmente el sector atraviesa lo que él denomina como “trampa de productividad”, un escenario en el que los costes aumentan, los requisitos se multiplican y los precios se ven presionados por la competencia de países terceros. “Nos enfrentamos a nuevos requisitos de todo tipo por parte de los clientes y de la Unión Europea, y encima nos enfrentamos a los precios competitivos de países terceros”.
En este contexto, subrayó que la principal ventaja competitiva de España en el segmento del tomate ya no es el precio ni la calidad -que se da por supuesta-, sino el servicio. “Nunca como ahora España ha competido tanto por servicio en el mercado europeo. Es espectacular lo que hacen los productores y comercializadores españoles para cubrir las necesidades de los retailers. Eso lo hacemos como nadie, pero se empieza a perder”, aseguró.
La reducción de ciclos cortos, el impacto del virus del rugoso y las dificultades para llegar al final de la campaña en condiciones óptimas están debilitando esa ventaja competitiva del servicio.
Frente a este panorama, Del Pino planteó tres vías para salir de la ‘trampa’: tecnología que genere valor real, escala adecuada y diferenciación de producto. Pero advirtió que la especialización solo será rentable si el sobreprecio compensa los costes.
En cuanto al consumidor, Del Pino identificó cuatro ejes de posicionamiento: conveniencia, tradición, salud y sabor. En este mapa conceptual, el sabor es un atributo transversal, y advirtió: “Es mucho más importante una estabilidad del sabor que un pico excepcional que desaparece” en determinadas fechas.
Del Pino instó a las empresas a apostar por uno o dos atributos competitivos sólidos y reconocibles, en función de su estrategia y capacidades. Y recordó que su análisis completo está disponible de forma gratuita en su libro ‘Freshconomics’ editado por Cajamar, que se puede descargar a través de la plataforma Tierra.
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Claves para vender tomate en Reino Unido
Con más de 70 hectáreas de cultivo, 625 millones de tomates producidos al año y una red que abastece a las principales cadenas del país, APS Produce es uno de los principales operadores del sector en Reino Unido. Su director comercial, Liam Booles, fue el encargado de presentar en el II Congreso Tomeet una ponencia sobre la situación del mercado británico y el papel que España puede desempeñar en su evolución.
Reino Unido se caracteriza por un bajo consumo per cápita de tomate: apenas 10,7 kg por persona al año. “En España estáis muy por delante. Tenemos una gran oportunidad para impulsar conjuntamente el consumo”, dijo. La clave es hacerlo a través de productos que conecten con el consumidor actual.
Booles identificó seis ejes estratégicos para ganar cuota en Reino Unido: ‘premiumización’, salud, sabor, sostenibilidad, exclusividad y adaptación al cambio. Y puso el acento en el desplazamiento de las variedades tradicionales hacia segmentos como el cherry rama o el baby plum, más valorados por el consumidor por su presentación y sabor.
“Tenemos que asegurarnos de que el cliente compra el producto porque le gusta, lo disfruta y quiere volver a comprarlo”, afirmó. Para ello, el sabor debe volver a situarse en el centro de la estrategia empresarial.
Otro aspecto clave es la sostenibilidad. Booles alertó sobre los efectos del cambio climático, y reivindicó un modelo de producción más eficiente y, al mismo tiempo, más consciente de su huella medioambiental. “No se trata de producir más, sino de asegurar que el consumidor pueda pagar ese producto”, puntualizó.
El representante de APS instó a explorar la diferenciación para garantizar la repetición de compra: “Incrementar el consumo debe ser nuestro objetivo”. Entre sus consejos, destacó la importancia de aplicar herramientas como la inteligencia artificial y la innovación tecnológica. Y apremió a mejorar en la presentación del producto para consolidar una oferta coherente con las nuevas demandas de un consumidor británico, que “busca opciones saludables, sostenibles y sabrosas”.
“Hay oportunidades, pero falta estructura y visión a largo plazo”
Durante la mesa redonda ‘Mercado de Europa y Reino Unido’, representantes de APS Group, Bonnysa, Tomates Lis, Metro VTO y Freshtrategy analizaron los desafíos y oportunidades del tomate español en los mercados de Europa y Reino Unido.
Uno de los temas centrales fue el papel del servicio como ventaja competitiva del modelo español. David del Pino (Freshtrategy) insistió en que los retailers europeos siguen viendo a España como “garantista del servicio”, una fortaleza que no debe perderse. Además, reivindicó el papel de los agricultores como motor de la innovación.
Rubén Henríquez (Metro VTO) afirmó: “Lo que nos hace destacar es el servicio y las diferenciaciones que se están aportando”. Y es que el sector Horeca valora especialmente la constancia del producto (en términos de sabor y vida útil) durante todo el año. En este sentido, Henríquez subrayó que “en España se está haciendo un gran trabajo en líneas de especialidades, lo que genera un valor añadido frente a otros orígenes”.
Desde la óptica del Reino Unido, Liam Booles (APS Group) fue claro: “Cada vez que el consumidor compra nuestro producto tiene que estar feliz, emocionado. Solo así sobreviviremos como industria”. A su juicio, el momento actual -marcado por un consumidor más centrado en la salud y el valor- es ideal para reconectar con el mercado británico, apostando por sabor, conveniencia, sostenibilidad y consistencia.
Rafael Lis, gerente de Tomates Lis, defendió el papel del segmento gourmet, “un nicho de 300-400 hectáreas en Europa, con precios entre 8 y 12 euros por kilo”, que debe estar disponible 365 días al año. Para que sea viable, reclamó mayor apoyo financiero e institucional, como la financiación a 25 años, y un mercado energético más competitivo.
Jorge Brotons (Bonnysa) destacó la importancia de invertir en tecnología, digitalización y comunicación directa con el consumidor. “Tenemos que lanzar el mensaje que queremos transmitir”.
Los ponentes coincidieron en que España aún tiene una posición privilegiada, pero el sector debe actualizar sus infraestructuras, aumentar su escala, profesionalizar su estrategia y comunicar mejor su propuesta de valor. “Siempre hay esperanza”, aseguró Lis.
EE.UU. y el tomate premium con marca
Amar Raja, vicepresidente de desarrollo internacional de Mastronardi Produce (Sunset), compartió las claves del éxito de esta empresa ‘tomatera’ en el mercado norteamericano. La compañía, de propiedad familiar, genera alrededor de 3.000 millones de dólares anuales en ventas y gestiona una red de más de 6.500 acres (unas 2.630 hectáreas), el 60% situadas en México, y el resto en EE.UU. y Canadá.
Uno de los elementos diferenciales de su modelo es su apuesta firme por el sabor como motor de repetición de compra. “El branding y el marketing consiguen la primera compra, pero el sabor es lo que trae al consumidor de vuelta”. Bajo esta premisa, la compañía tiene un amplio catálogo de marcas asociadas a variedades específicas bajo estándares de calidad muy estrictos.
Los datos de mercado refuerzan esta estrategia: el 63% del gasto minorista en tomate fresco en EE. UU. corresponde a variedades premium tipo snacking, un segmento liderado por Mastronardi, que acapara el 70% de cuota con su línea “Bombs”. Además, los productos de la marca Sunset registran una velocidad de venta entre un 50% y un 75% superior a las marcas blancas.
Otro factor clave del éxito de la empresa ha sido la diversificación del canal. Sunset trabaja con los 50 principales retailers americanos, desde cadenas premium hasta formatos club y discount, además del canal foodservice. Esta heterogeneidad les permite absorber mejor los cambios en la demanda y los problemas logísticos que puedan ir surgiendo.
Raja defendió que la agricultura invernada aún tiene recorrido en EE. UU., donde solo el 48% del tomate se cultiva en invernaderos. En ese contexto, apostó por seguir fortaleciendo la colaboración con obtentores para desarrollar variedades que respondan a las necesidades del productor, comercializador y el consumidor final.
Como reflexión final, advirtió que el sector debe prepararse para posibles impactos derivados de la inflación y la guerra de aranceles. En medio de este escenario, el compromiso de Sunset se mantiene: “No somos los más baratos, pero ofrecemos el mejor producto en el lineal. El sabor gana a largo plazo”.
En verano la oferta nacional cae al 69%
Según los datos expuestos por Alberto Cuadrado, Client Manager Chain de Rijk Zwaan, el tomate sigue consolidando su presencia en el lineal nacional. Actualmente, los supermercados españoles dedican una media de 3,6 m² al tomate, una cifra que ha ido creciendo en los últimos años. Las variedades que más espacio ocupan son el tomate rama (16%), seguido del mini plum y el cherry en rama.
Cuadrado subrayó que, aunque en invierno el 95% del tomate que hay en los lineales es de origen nacional, esa cuota cae al 69% en verano. Este diferencial se debe a la falta de oferta de producto nacional en los meses más cálidos y al aumento del tomate portugués, que ya alcanza un 25% de la superficie en tienda en ese periodo.
En cuanto al segmento ecológico, Cuadrado apuntó que la superficie dedicada al tomate ‘bío’ ha pasado del 10% al 15%, teniendo un mayor peso en zonas del norte y centro del país.
Almería reivindica su tomate como emblema cultural y gastronómico
Mabel Salinas, responsable de Comunicación y Administración en Grupo Caparrós, puso el foco en el valor simbólico, cultural y sensorial del tomate almeriense. “Somos los mejores productores. Hacemos los deberes, nos adaptamos, pero siempre se puede hacer algo más”.
Ese “algo más” ha tomado forma con la creación de la Cofradía Gastronómica del Tomate de Almería, una iniciativa que agrupa a agricultores, empresas, chefs y comunicadores para defender el tomate local más allá de las marcas comerciales. “Defender el tomate de Almería es defender al agricultor, a la empresa que lo comercializa y a la innovación que hay detrás”, aseguró Salinas.
La Cofradía, que cuenta con Coexphal como primer socio, ha desarrollado actividades en ferias, mercados y espacios públicos, como la original iniciativa de las “12 uvas de la suerte”, celebrada el pasado 30 de diciembre. Esa tarde, más de 3.500 personas tomaron 12 tomates cherry en la Plaza de la Catedral de Almería anticipándose a las tradicionales campanadas de fin de año.
“Tenemos todo para estar más que orgullosos”, concluyó Salinas, reivindicando la necesidad de “unir esfuerzos y promocionar lo que hacemos bien”.
España y Portugal: Potencias productoras y mercados clave
En la mesa redonda ‘España y Portugal: Potencias productoras y mercados clave’, representantes de empresas productoras, comercializadoras y de la distribución analizaron los retos actuales del sector del tomate en el contexto ibérico y europeo. Los participantes coincidieron en la necesidad de fortalecer la colaboración y adaptar el modelo productivo para responder a un consumidor cada vez más exigente.
Desde la gran distribución, Cedric de Mulder, jefe de Compras Frutas y Verduras en Consum Supermercados, reconoció que la continuidad del suministro es clave, especialmente en la campaña estival, cuando las altas temperaturas y la proliferación de plagas dificultan el cultivo. En el caso de Consum, son “los primeros en llegar y los últimos en irnos” del Valle de Zafarraya, donde Hortoventas les suministra el tomate pera en los meses de verano. Para el tomate rama, trabajan con Holanda. Pero apuntó: “si en verano tuviéramos tomate rama de calidad y volumen suficiente, continuaríamos con España. Lo que buscamos es constancia y sabor”. Junto a estas tipologías, Consum apuesta en verano por variedades autóctonas de Valencia y Murcia. «Al cliente que viene de fuera le gusta probar lo del terreno», dijo.
Francisco Belmonte, gerente de Biosabor, señaló que en su empresa “estamos demostrando que se puede hacer tomate ecológico de calidad, pero en España vamos un poco tarde porque desde la distribución no se ha apostado lo suficiente”.
Por su parte, José Coutinho, director de producción de Hortipor, subrayó que Portugal tiene la ventaja climática en verano, pero adolece de limitaciones estructurales: “No hay tantas hectáreas disponibles y la gestión del agua es más restrictiva que en España. Aun así, nuestro objetivo es garantizar continuidad todo el año”.
En esa misma línea se expresó Juan Antonio González, presidente de Vicasol: “Somos muy potentes en tomate pera, con más de 55 millones de kilos, pero nos faltan dos o tres meses de verano que no podemos cubrir. Estamos invirtiendo en nuevas zonas de producción y en eficiencia en el manipulado para llegar con más rentabilidad al agricultor”.
El papel del sabor como motor para fidelizar al consumidor final fue uno de los temas más repetidos durante la mesa redonda. Pere Meya, líder de proyecto en Saborum Origen, aseguró que “el sabor en el tomate depende en un 35% de la variedad y en un 65% del manejo”, y que España tiene tradición y conocimiento para liderar en este aspecto. “Aquí sabemos manejar tomates”, afirmó.
Los ponentes también discutieron la necesidad de construir marcas fuertes. Sobre este aspecto, González fue claro: “Hacer marca da futuro si haces las cosas bien. Pero los supermercados no quieren identificar al proveedor. Eso nos debilita como productores”.
Respecto a uno de los temas que más preocupan al sector, el agua, los ponentes coincidieron en que España es altamente eficiente en materia de riego. “No hay otra parte del mundo donde se utilice tan bien una gota de agua como en Almería”, aseguró González.
Otro tema de discusión fue la burocracia y la complejidad de los requisitos de sostenibilidad impuestos por los retailers. “No vayamos a ser tan verdes (por la sostenibilidad) que los números se nos pongan rojos”, advirtió González, abogando por un equilibrio real entre las tres dimensiones de la sostenibilidad: ambiental, social y económica.
Innovación genética frente al ToBRFV
En el último bloque del Congreso, David Herzog, coordinador de cultivo de tomate en Rijk Zwaan, y Manuel Hernández, responsable del cultivo, pusieron el acento en el avance del virus rugoso del tomate (ToBRFV). Rijk Zwaan ha desplegado una respuesta contundente a esta amenaza global a través de su programa Rugose Defense, basado en la introducción de alta resistencia genética en una amplia gama de variedades.
Hernández recalcó que esta estrategia se aplica “en todos nuestros programas, en todas las tipologías, para todos los segmentos”. La resistencia genética ha demostrado reducir de forma muy significativa tanto la sintomatología en fruto y hoja como la propagación del virus.
La fiabilidad de la alta resistencia ha sido avalada por estudios del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario (IMIDA), cuyos ensayos han demostrado que, frente a una resistencia intermedia, la alta resistencia mantiene una carga viral muy baja y una infectividad del virus también muy baja, dos factores clave para limitar el impacto del ToBRFV en explotaciones comerciales.
Además del desarrollo varietal, Rijk Zwaan apuesta por una estrategia integrada de prevención, que combina el uso de semillas certificadas, protocolos de higiene en la producción y desinfección de instalaciones, junto con el uso de portainjertos también resistentes al virus.
Portainjertos Rugose Defense
“Hemos puesto en el mercado de cara a la próxima campaña portainjertos con alta resistencia bajo la denominación Rugose Defense, con diferentes niveles de vigor”, comentó Hernández. Esta combinación, junto con la parte aérea resistente, permite una mayor protección frente a escenarios de alta presión del virus.
El programa de innovación no se limita a la resistencia al ToBRFV. Herzog repasó otras líneas de investigación orientadas a la sostenibilidad, como la tolerancia al estrés hídrico, la reducción del uso de mano de obra y el desarrollo de variedades adaptadas al cambio climático y la presión de plagas. En este sentido, destacó el proyecto Clean Leaf, centrado en plantas con menos tricomas, diseñadas para mejorar el control biológico.
Rijk Zwaan lleva a cabo estos desarrollos en su Centro de Experimentación y Desarrollo (CED) El Ejido, donde se testean variedades con la ayuda de tecnologías avanzadas y se comparte el conocimiento con los productores. Su enfoque es global, pero con adaptación local. “Tenemos programas de breeding en varios países para ofrecer variedades concretas que se adapten a cada mercado local”, explicó Herzog. El objetivo es mantener la productividad y la calidad comercial incluso en contextos de alta exigencia sanitaria y climática.