«Hay mucho destrío y poco aprovechamiento de la fruta”, asegura Pepe Rodríguez, gerente de SAT Síntesis.
Las navelinas de esta temporada tienen importantes deformaciones y dan una escasa cantidad de zumo. A ello se suma que, aunque el principio de campaña ha sido correcto, en la actualidad (principios de diciembre) el comportamiento de la demanda es lento.
Y lo que se espera para la segunda parte de la campaña no es demasiado halagüeño ya que las naranjas españolas entrarán en competencia directa con las de Egipto, país en el que la mano de obra es más barata que la europea y se permite una amplia utilización de fitosanitarios que están prohibidos en Europa.
“Cuando empiecen a entrar naranjas egipcias habrá una fuerte bajada de precios y para los comercios que hayan comprado fruta cara y de bajo aprovechamiento, la situación será poco halagüeña.”
Lo peor de este escenario es que no es una circunstancia aislada, sino que se mantendrá e intensificará con el tiempo debido a la entrada en producción de muchas plantaciones recientes en el país de los faraones. “El problema de Egipto será persistente ya que, aunque el clima para el grupo de las Navel no es el más indicado, para las Valencias Late y las naranjas de zumo sí lo es.”
“En cualquier caso sabemos que la segunda parte de la temporada será complicada porque habrá pocos kilos y las Valencia Late escasearán y también las del grupo Navel (Powell, Chislett, etc). Los precios en campo serán altos y esto limitará el comercio.”
Para abordar el futuro, el sector deberá irse a otras producciones como mandarinas, más naranjas Navel y menos naranjas para zumo, pero “siempre habrá que luchar para que la U.E. ponga en marcha mecanismos de protección frente a una competencia a la que no nos podemos enfrentar individualmente.”
La compañía sevillana forma parte de diversos clubs y por ello trabaja con Leanri, Nadorcott, M7 y Orri y este año incorpora a su cartera la mandarina Kino. En naranjas, otra de las novedades es su apuesta por las de pulpa roja. “Ya tenemos plantadas Navel Cara Cara, Kirkwood Red y Valencia Rubí, asegura el ejecutivo.
En este sentido, Rodríguez, opina que “existen dos agriculturas: la tradicional masiva con variedades libres, donde puedes distinguirte discretamente por calendario o plantaciones renovadas o un tipo de citricultura que trabaja con variedades en las que los volúmenes están restringidos y tienes una cierta opción a `regular un tanto´ el precio”.
En referencia a los mercados, la firma andaluza, al igual que el resto de compañías, está muy centrada en los mercados europeos y ha abandonado relativamente los destinos de ultramar, consecuencia directa de la bajada productiva. Sus marcas, Primor y Regal cuentan con un amplio reconocimiento.




































































































