El deterioro económico debido a la pandemia y su impacto sobre el consumo auguran una fuerte batalla por los precios entre las cadenas de supermercados, tal y como han avanzado responsables del sector y consultores de la distribución alimentaria, quienes manifiestan que los datos empiezan a reflejar esa tendencia.
De hecho, los folletos y la cartelería de los supermercados reflejan un esfuerzo promocional muy superior al de años anteriores con mayores ofertas y descuentos y, como ha constatado la consultora IRI, los precios en el mes de agosto ya han registrado una bajada de un 1,8%.
“Muy pocas cadenas se van a resistir a la tentación de bajar precios, todas se están preparando para hacerlo”, asegura el vicepresidente de la Asociación Española del Retail (AER), Alfonso Sebastián, quien confirma que los grupos ya están trabajando en el material de merchandising en tienda para que sus ofertas ganen visibilidad y estudian cómo mejorar su posicionamiento en la mente del consumidor.
“Se repite lo que pasó en la crisis de 2008”, advierte Sebastián. “Algunas cadenas pueden pasarlo mal si se quedan en terreno de nadie y no destacan por sus precios ni tampoco por su servicio.
Movimientos de concentración
Sebastián como vicepresidente de AER recuerda que en el sector se especula con movimientos de concentración, y apunta a que la reciente compra de Supersol por parte de Carrefour puede ser apenas “el pistoletazo de salida”. “Lo que ha movido el tablero esta vez es la pandemia, que ha hecho que algunos directivos interioricen la necesidad de extender la red de tiendas de cercanía y proximidad frente a otros formatos (más grandes)”, señala, pronosticando que se producirán más compras y ventas entre grupos en un futuro cercano.
El precio gana peso
“Contamos con que indudablemente va a haber una crisis y ello provocará un cambio en el orden de prioridades a la hora de comprar alimentación, ya que las familias tendrán que ajustar sus presupuestos”, corrobora un dirigente del sector, quien apunta que el criterio precio ganará peso, algo que ya anticipaban antes del verano informes de Aecoc, Kantar y Nielsen.
Precisa, no obstante, que buena parte de las promociones y ofertas se lanzan de común acuerdo con los fabricantes –por lo que una parte del esfuerzo afectará a estos–, a lo que se suma la opción de apostar por esta vía a través de la marca blanca de cada compañía.
“En la crisis anterior se vio que la gente no cambia tanto la composición de la cesta, sino que busca ajustar el precio de cada producto que incluye, lo que hace que salgan las marcas más caras y entren otras más baratas y que haya más compras de artículos en promoción”, explica. Fuente: efeagro.com