La sandía gana terreno como snack saludable

El consumo de snacks (lo que en España conocemos como tentempié o picoteo entre horas) ha experimentado un notable incremento en los últimos años, impulsado por cambios en los hábitos alimentarios y un estilo de vida cada vez más acelerado de la población mundial

A nivel global, el consumo de snacks ha aumentado significativamente, pasando de 62,3 millones de toneladas en 2019 a 68 millones de toneladas aproximadamente a finales de 2023, según un análisis del portal alemán de estadísticas Statista. Este incremento refleja una mayor demanda de alimentos que se pueden consumir rápidamente y sin necesidad de preparación extensa.

Los consumidores son cada vez más conscientes de su salud y del impacto que la alimentación tiene en el desarrollo de enfermedades no transmisibles. Como consecuencia, su percepción de los alimentos ha pasado de verse afectada principalmente por el sabor y el aspecto, a tener en cuenta otros factores como la ausencia de aditivos o conservantes; el hecho de que contentan ingredientes naturales; o que sean alimentos sin ingredientes artificiales.

La fruta preferida por los alemanes

En Europa, la fruta estrella del verano es la sandía, aunque según Juan López, presidente adjunto de la sectorial de melón y sandía de la Asociación de Productores-Exportadores de Futas y Hortalizas de la Región de Murcia (Proexport), «también se está observando un movimiento de la demanda fuera del periodo estival, debido a que las variedades están mejorando mucho y los consumidores ya la buscan en otras épocas del año».

En concreto, Alemania se sitúa como el gran consumidor en el continente, con 425.000 toneladas en el verano de 2023, el segundo verano de mayor consumo en el país desde que existen registros, solo por detrás de 2019, cuando se llegaron a las 455.000 toneladas.

«Existen más de 1200 variedades de sandía en todo el mundo, que varían en tamaño, forma, color y sabor; pero, en general, los europeos prefieren la sandía rayada, algo que no ocurre en España, donde se sigue eligiendo la sandía negra por encima de otras», señala Juan López.

En lo que sí coinciden los mercados es en el poco éxito de las minisandías. «Es más efectivo vender el producto cortado», dice López, «así, además de poder elegir la cantidad que se desea comprar, también se puede comprobar la calidad de la misma en el momento de la compra. Tanto es así que el 60% de las sandías que se venden en la distribución alimentaria española son cortadas».

«La sandía es el snack perfecto para todas las edades, sobre todo ahora en verano, que tan importante es hidratarse, ya que la sandía se compone en más de un 90% de agua», destaca Juan López. «Tomando esta fruta como tentempié, los consumidores no tienen que elegir entre comer saludable y disfrutar del producto».

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Lo cierto es que la sandía es una buena fuente de vitaminas B, C y E, así como de minerales como fósforo, magnesio, calcio y hierro, y además posee antioxidantes con propiedades antiinflamatorias y antihipertensivas. Asimismo, se sabe que los fitoquímicos naturales como los polifenoles, la vitamina C, el β-caroteno y el licopeno median su efecto a través de otros mecanismos como la regulación del crecimiento celular, la respuesta del sistema inmune y la modulación de la expresión génica.

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