Su colega de gobierno y titular de la cartera de Agricultura, Luis Planas, no contempla la iniciativa ni se apunta a un supuesto impuesto para las grandes cadenas de distribución, que también ha puesto sobre la mesa Diaz. Asedas, como patronal de la distribución española, se desmarca de la propuesta y pide una bajada del IVA sobre los productos básicos de la compra, que en la mayoría de los casos es de un 10% o de un 4%, en el caso de las frutas y hortalizas. Las declaraciones de Díaz han provocado un revuelo mediático que dejan entrever la incapacidad del gobierno y las distintas sensibilidades para afrontar el periodo inflacionario que se nos viene encima.
Ante el contexto de inflación, la vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz avanzó el lunes que está trabajando para que exista un acuerdo con las distribuidoras y consumidores del país, de cara a determinar una cesta de productos básicos de alimentación en los que se topen los precios, como ha ocurrido con el gas. De esta forma, ha citado una horquilla de 20 0 30 productos de alimentación básicos, como pueden ser la leche, el pan, huevos o fruta, según informa El Economista.
En una entrevista publicada por eldiario.es, Díaz señala que «no hay nada que tensione más la vida de la gente que no poder hacer la cesta de la compra, y esto está pasando en nuestro país».
La ministra refiere que el pacto incluiría a las grandes distribuidoras de alimentación y los consumidores con quienes, dice, aún no se ha reunido, pero que lo hará pronto. «Hay que dar un paso más porque la alimentación es imposible», al tiempo que ha señalado que la gente tiene razón para estar molesta.
En dicha reunión participaría también el ministro de Consumo Alberto Garzón y, según Díaz, se trataría de que consumidores y distribuidoras fijen una cesta de la compra básica, algo que sería «absolutamente legal, sin vulnerar el derecho de la competencia, porque, ha asegurado, no se regularía mediante una ley, sino que se fijaría con un pacto entre las partes».
Díaz denuncia que cinco grandes distribuidoras de alimentación concentran el 50% del mercado, lo que considera un factor de riesgo, y, como ejemplo de diferencia entre los que cobra un agricultor y lo que paga el consumidor ha puesto a las naranjas. «A los productores les compran las naranjas a 15 céntimos y los ciudadanos las pagamos a 1,48 euros».
Impuesto a los supermercados
De esta forma, Díaz defiende que lo «más adecuado» es que el Gobierno despliegue un impuesto extraordinario a las grandes empresas de alimentación, que a su vez sufrague un cheque ayuda a las familias para compensar el aumento de precios en la cesta de la compra.
Así lo ha trasladado en rueda de prensa el coportavoz de la formación morada, Pablo Fernández, tras conocer el planteamiento de Díaz. En este sentido, ha señalado que el planteamiento de la vicepresidenta segunda y de la formación morada con ese impuesto extraordinario, que ya propusieron en el Debate sobre el Estado de la Nación son «similares», pues persiguen poner todo el esfuerzo en ayudar a las familias en un contexto de crisis económica por el alza de precios.
El grupo confederal en el Congreso ya planteó una resolución en el debate sobre la nación, que fue rechazada, endurecer diez puntos el Impuesto sobre Sociedades a los grandes supermercados y financiar con esta recaudación adicional un cheque de ayuda a la cesta de la compra para las familias.
Planas discrepa
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha descartado imponer un impuesto al sector de la distribución, pero le ha pedido responsabilidad para que el alza de los precios sea «lo más limitada posible», al tiempo que ha considerado que fijar un precio mínimo en bienes y productos de alimentación esenciales no es posible legalmente, ni tampoco «deseable».
Sobre la posibilidad de un gravamen a la distribución, Planas ha afirmado que los impuestos aplicados al sector financiero y energético «están llenos de lógica», si bien no es el caso de la distribución.
«No creo que sea el caso, en estos momentos, de la distribución, al menos hasta ahora, quiero decir que todos los elementos de la cadena, incluida la distribución, se han comportado de forma correcta. Espero lo haga en un inmediato futuro también», ha señalado el ministro de Agricultura en una entrevista a Europa Press.
En su opinión, todos los operadores económicos tienen que hacer un esfuerzo para contener los precios e intentar limitar el impacto de factores externos como el alza de materias primas y de los costes energéticos, porque «esto es bueno para el conjunto de la sociedad».
«Tenemos que hacer un esfuerzo por la contención de precios y también por el funcionamiento correcto de la distribución desde el punto de vista alimentario», ha subrayado Planas, quien considera, no obstante, que la inflación se moderará en los próximos meses.
Francia fija precios durante 100 días
Preguntado por la iniciativa de algunas cadenas de distribución, como Carrefour en Francia, de fijar los precios de artículos básicos durante cien días, Planas ha indicado que se trata de una cuestión «libre» que cada cadena debe adoptar, y ha vuelto a realizar una llamada a la responsabilidad y a la contención.
Respecto al tirón de la marca blanca y su alza de precios, Planas ha recordado que la Ley de cadena alimentaria establece de forma específica que los márgenes empresariales que se apliquen a las marcas propias deben ser los mismos que aquellas marcas de la industria que se vendan dentro de la distribución agroalimentaria.
«Estamos ante un contexto en el cual tenemos que hacer un esfuerzo por la contención de precios y también por el funcionamiento correcto de la distribución desde el punto de vista alimentario», ha insistido.
Precios mínimos
Respecto a la posibilidad de implantar precios mínimos en bienes y productos de alimentación esenciales, el titular de Agricultura ha señalado que desde un punto de vista legal no es posible y «tampoco es deseable».
«Creo que el mejor resultado es aquél en el cual se logra un resultado contractual en las transacciones», ha afirmado Planas, quien ha subrayado que en la Ley de la cadena alimentaria ya figura que no se pueden hacer contratos alimentarios por debajo del coste de producción.
Sobre la propuesta de Unidas Podemos de intervenir los precios en alimentación si se detecta especulación con el IPC, el ministro de Agricultura ha indicado que la intervención de precios es una «medida excepcional» que solo se puede adoptar, de acuerdo con la normativa europea, en el caso de mercados regulados y el mercado agroalimentario no lo es.
«No me parece, en absoluto, una medida pertinente y no ayudaría, sin duda, ni a los productores ni a los consumidores, ni a ningún eslabón de la cadena», ha asegurado.
Por otro lado, Planas ha reconocido que el actual contexto es de «preocupación» y de «muchas incógnitas en el horizonte», por lo que es obligación de un Gobierno «dar certidumbre y seguridad a los operadores para proveer de alimentos y bebidas a los ciudadanos». No se puede intentar crear una situación de ansiedad o de pánico, me parece que eso es absolutamente nocivo en un contexto como el actual», ha señalado.
Asedas, la patronal que reúne a los grandes retailers alimentarios españoles, se muestra contraria a la medida propuesta por Diaz y se muestra favorable a una bajada del iva de los produtos aliamentario, una medida que reclama desde hace meses.
Las organizaciones agrarias podrían preparar manifestaciones
Por último, sobre las advertencias de algunas organizaciones agrarias de nuevas manifestaciones y concentraciones para protestar por las pérdidas del sector, Planas ha abogado por el diálogo y la «actitud constructiva» y ha subrayado que el Gobierno está haciendo «todo lo que está en su mano» y que el apoyo «ha sido realmente muy espectacular» y «el más grande que se recuerda prácticamente en este siglo al conjunto del sector».
«Estamos dispuestos, como siempre, a examinar, dialogar y buscar soluciones a los problemas que existan. Este es un momento volátil, de incertidumbre y de preocupación, pero yo creo que con realismo hay que ser capaces de adoptar las soluciones a cada uno de los problemas que tenemos en cada momento determinado», ha señalado.
Unión de Uniones de Agricultures y Ganaderos ya se ha puesto en marcha y se ha dirigido por escrito a la vicepresidenta segunda, recordándole que la cadena alimentaria sigue adoleciendo de grandes ineficiencias que no son capaces de corregir los desequilibrios existentes entre la capacidad de negociación de los productores primarios y las grandes firmas de la industria de la distribución que manejan el mercado desde una posición de dominio.
Lo hemos leído en El Economista / El Diario.es