Reino Unido lidera el consumo europeo de brócoli con unos 6kg per cápita al año. ¿Qué requisitos demanda el consumidor inglés a la hora de comprar este superalimento? Susana Cano, del equipo técnico de IPL–ASDA lo desveló en la Jornada ‘Brócoli. Destino: Fresco’ organizada por Rijk Zwaan el pasado 21 de junio en Torrepacheco.
Uno de los aspectos principales a tener en cuenta es el peso, dijo Cano. “El consumidor inglés quiere un brócoli pequeño, de entre 330-400 gramos y filmado (cada vez se consume menos granel). Prefiere comprar dos piezas de 330 gramos que una de 600, aunque le cuesten más caras”. Así lo constató ASDA en un estudio que realizó en sus puntos de venta hace poco más de 3 años. “Se llevó a cabo una experiencia con dos líneas de distinto calibre, y finalmente se optó por eliminar del lineal las piezas más grandes”.
El tema del calibre es un “requisito legal” en Reino Unido, y contrasta con los intereses de agricultores y proveedores, que buscan aumentar rendimientos para lograr mejores precios. Para encontrar el punto medio, lo ideal es optar por variedades que concentren el peso en la pella y no en el tronco, que es “descartado por el consumidor inglés a la hora de cocinar” en la inmensa mayoría de los casos.
Otro requisito importante es la mayor vida útil del producto. “La apariencia, en términos de forma, no tan es importante a la hora de comprar; las quejas llegan principalmente por aspectos como el amarilleamiento de las pellas y la aparición de alternaria o podrido una vez llegan a casa. Allí es muy habitual que el consumidor, al abrir el producto, vuelva a la tienda y se queje porque no le gusta su olor o sabor”. Y las cadenas toman buena nota de ello y lo trasladan a sus proveedores para evitar que se repitan incidencias de ese tipo.
Entre las tendencias más evidentes están también el aumento de las floretas y el producto bio, y Cano señala la necesidad de empaquetar en origen. “Hay que incentivarlo, hasta ahora se ha hecho en Inglaterra en las stock houses (almacenes) pero puede añadir un plus de calidad”.
Precios a la baja
Malas noticias respecto a las cotizaciones. Y es que Cano confirma lo que no querrían oír los productores y empresas comercializadoras: “los precios del brócoli seguirán bajando. Es una tendencia por la competencia generada en Inglaterra por los discount como Aldi y Lidl. El mercado inglés no es lo que era hace 20 años”. Para tratar de balancear los precios, supermercados como ASDA optan por reducir el número de proveedores y apostar por volúmenes mayores a precios competitivos”.
Además los problemas generados por la falta de agua en las principales zonas productoras de España han llevado a las cadenas inglesas a buscar brócoli en el norte de la Península, así como en Portugal e Italia. No obstante, Cano reconoce que “no tienen la misma calidad que el producto murciano. Es difícil encontrar producto como el de aquí”.
Soluciones varietales
Durante la segunda parte de la charla, José Antonio Hernández, Especialista de cultivo de Brásicas de Rijk Zwaan recordó que los grandes retos del sector radican en lograr aumentar la producción. La casa de semillas trabaja en ese sentido, y ha desarrollado dos variedades con las que pretende sumar un plus de cara a agricultores y distribución: Robredo RZ F1, con la que se pueden romper ciclos, y Larsson RZ F1, que aporta una mayor conservación.
Robredo RZ F1 aporta muy buena conservación, y gracias a su precocidad (llega una semana antes que cualquier variedad de la competencia porque no le afecta tanto el frío), permite romper ciclos por climatología adversa en recolecciones de diciembre, es decir, trasplantes de septiembre. “Sobre todo es una variedad para trasplantes de enero, febrero y marzo en cualquiera de las zonas, bien Mediterránea o de interior. En zonas altas se podría meter en agosto y sobre todo plantaciones de febrero-marzo. En el Mediterráneo lo recomendamos para septiembre y también las semanas 1 a 8, apunta Hernández. Su forma perfecta en primavera, con tronco fino (tendencia en el mercado), y una conservación que destaca con recolecciones de una o dos entradas en otoño y primavera, son otras de sus ventajas.
Por su estructura, Larsson RZ F1 (25-735) tiene doble aptitud. Es una variedad especialmente recomendada para zonas altas. “Es el típico brócoli de finales de otoño-invierno, con trasplantes de agosto”. Y también para Cartagena e interior de Totana y Lorca, el especialista recomienda trasplantarla en octubre, noviembre y diciembre e incluso las dos primeras semanas de enero. Cierra mucho y se caracteriza especialmente por su muy buena conservación postcosecha, muy demandada por la distribución. Otro de sus valores añadidos es que permite un marco de plantación con densidad mayor, manteniendo una forma perfecta y aumentando el rendimiento. A nivel agronómico, presenta buen comportamiento frente a Alternaria, minimizando su acción (de momento no existe ninguna variedad resistente).