Según un informe de la norteamericana Global Market Insights, en 2022 el mercado global de alimentos procesados a partir de frutas y verduras fue valorado en 324,78 mil millones de dólares (incluyendo frescos, enlatados, recién cortados, congelados y deshidratados) y se proyecta que crecerá a una tasa compuesta anual (CAGR) del 6% hasta 2032, alcanzando los 585,22 mil millones de dólares. En 2022, el segmento de frutas y verduras procesadas frescas de IV Gama representó 90 mil millones de dólares y más de 120 millones de toneladas, y el de V Gama 40 mil millones y unos 70 millones t. Una evolución al alza impulsada por la urbanización, el aumento de la clase media y la creciente conciencia sobre la salud y el bienestar.
Actualmente Estados Unidos lidera el consumo de alimentos procesados a partir de frutas y hortalizas, con una fuerte demanda de productos orgánicos y convenientes. Este mercado ha mostrado un crecimiento constante en los últimos cinco años y en 2023 experimentó un aumento en las ventas y la producción en varias categorías clave como los zumos de frutas, con ventas por valor de 7.500 millones de dólares y una producción de 4,6 millones de litros, según el United States Department of Agriculture (USDA). En este segmento ganan popularidad los zumos 100% naturales y los que incluyen superalimentos, bajo la premisa de promover beneficios para la salud como la mejora del sistema inmunológico.
Por su parte, Asia-Pacífico proyecta un rápido crecimiento debido a la urbanización y el aumento del poder adquisitivo, según Market Research Future, y aunque América Latina y África representan mercados más pequeños, tienen un crecimiento significativo impulsado por la mejora de la infraestructura y el acceso a productos procesados.
En Europa, solo las ventas de productos de IV Gama alcanzaron los 7,2 mil millones de euros en 2022 con 2,5 millones t, y en V Gama el valor comercializado fue de unos 5,6 mil millones de euros y 1,3 millones t. En el Viejo Continente la innovación está regida por la demanda de productos funcionales, que además de satisfacer el hambre, aportan beneficios para la salud. Como señala Euromonitor International, los productos con probióticos, superalimentos y etiquetas ‘limpias’ (sin aditivos ni conservantes) ganan popularidad. Además, los consumidores europeos valoran los productos de origen local y sostenibles, lo que impulsa a las empresas a reforzar las prácticas agrícolas responsables y a reducir su huella de carbono, entre otros aspectos.
El aumento de precios no frena el consumo español
Como cada año, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha publicado el Informe ‘Consumo Alimentario en España 2023’. En él se refleja que el segmento de hortalizas de IV Gama creció un 4,9% en kilos respecto a 2022 con un incremento de la facturación del 6,9%. El precio medio para estos productos fue de 3,90 €/kg (+1,9% respecto a 2022) y, pese a este incremento, el consumo per cápita ascendió a 3,13 kg (+ 3,7%) con un gasto de 12,18 € por consumidor (+5,6%).
Respecto a las frutas de IV Gama, en 2023 se compraron un 9,8% más de kilos para consumo doméstico y la facturación creció a doble dígito (14,1%), impulsada por el crecimiento del 3,9 % en el precio medio respecto a 2022.
El gasto per cápita fue de 6,60 € por persona (+12,8%), mientras que el consumo per cápita de la categoría ascendió a 2,76 kg (+8,6%).
Menos latas y más congelados en España
En la categoría de frutas y hortalizas transformadas (conservas y congelados) cayó un 2% el volumen de consumo en los hogares en 2023. El Informe del MAPA destaca, sin embargo, que la categoría capturó un 11% adicional en valor porque la baja demanda se compensó con el incremento del 13,3% del precio medio respecto a 2022.
El consumo per cápita fue de 11,65 kg/persona y año (-3,1% en relación a 2022), y el gasto al año por individuo de un +9,8%, esto es, de 32,79 €.
Cabe destacar que, mientras el consumo de conservas se contrajo (-6% en el caso de las verduras y -2,9% en frutas), las congeladas tuvieron un crecimiento en la demanda. En particular, las frutas congeladas ganaron presencia en los hogares con un +22,9% de volumen, fruto de su alto desarrollo en los últimos años.
Cremas, reinas de los platos preparados
En la categoría de platos preparados, donde se incluyen platos preparados en conserva, sopas y cremas, platos preparados congelados, pizza, preparados de pasta, tortillas refrigeradas y otros, el Informe del MAPA destaca el crecimiento del 1,5% a pesar de que los hogares adquirieron un 0,4% menos de volumen de productos de alimentación y a pesar, también, del aumento del precio medio de la categoría, que fue de un +9,3% con una media de 4,45 €/kg. Así las cosas, el valor del mercado aumentó un 10,9%.
Los españoles se alejan de los fogones y apuestan cada vez más por los platos preparados. De media, cada individuo consumió 16,77 kg de platos preparados en 2023 y gastó un 9,7% más que en 2022. Pero si hay una tipología que prefieren, esas son las sopas y cremas, con 6,05 litros por persona, muy por delante de los 2,6 kg de los platos preparados congelados o los 2,22 kg de pizza per cápita.
Sopas y cremas representan el 36,8% del volumen en la categoría de platos preparados, aunque como señala el informe, su proporción en valor (11,7 %) es menor del peso que representan en volumen debido a que el precio asociado de este producto es inferior al de la categoría, así como al del resto de los tipos.