La mercancía que está en camino no ha sido sometida al ‘cold treatment’, que a partir de ahora será necesario para entrar en los mercados europeos y cuyo objetivo es combatir la plaga ocasionada por la Thaumatotibia leucotreta, una polilla que ataca también al aguacate, el maíz y las flores.
La definitiva aprobación del nuevo método fitosanitario importador se ha producido, por parte de Bruselas, en puertas de la nueva campaña sudafricana de cítricos, por lo que ya existía mercancía que había sido preparada para el embarque ‘tradicional’. Desde que la fruta sale de los almacenes hasta que llega a Europa, los días de tránsito pueden demorarse hasta tres semanas, dependiendo de la zona productora y de la problemática logística en los puertos expedidores. Sin embargo, una vez cargado el barco, el viaje es relativamente corto, alrededor de 10 días.
Los exportadores sudafricanos temen que esta situación les haga perder unos 650 millones de rams, alrededor de unos 38 millones de euros.
El impacto de la nueva reglamentación en el sector citrícola sudafricano, que exporta unas 800.000 toneladas a Europa durante la temporada austral, se prevé como un fuerte revés para la pujante industria de este país, que deberá adaptar muchos procesos para seguir exportando a Europa.