El contexto inflacionario y la reducción del poder adquisitivo perjudicaron sobre todo a la naranja. A pesar de ello la campaña destacó por el buen comportamiento de las cotizaciones en origen, derivado de una caída de la producción.
La coyuntura fue consecuencia de la climatología atípica que afectó a gran parte de la producción de frutas y hortalizas del país: elevadas temperaturas del verano-otoño y lluvias y bajada de temperaturas en primavera.
La evolución de la situación económica tras la guerra de Ucrania y la elevada inflación mantenida en el tiempo, junto con la menor oferta disponible, llevó a la contracción del consumo y, por tanto, de las exportaciones españolas y de las importaciones europeas durante la campaña.
Caída de la oferta europea de naranja
La oferta mundial de naranja cayó un -5,2 % hasta los 47,8 millones de toneladas debido a los descensos experimentados en EEUU, la Unión Europea y Turquía.
En concreto, la producción en la UE alcanzó los 5,8 millones de toneladas (-13 %), mientras que en el conjunto de países extra UE fue de 41,9 millones de toneladas (-4,1 %):
La producción estadounidense fue la más baja de los últimos 56 años, condicionada por problemas de greening o HLB y el efecto del paso de huracanes en la zona de Florida.
En el caso de Turquía, las heladas en el momento de la floración fueron las responsables de la merma productiva.
La reducción en la UE se ha debido a las condiciones meteorológicas adversas (elevadas temperaturas y sequía) que tuvieron lugar en la mayor parte de los principales productores europeos: España, Italia y Portugal.
Grecia fue el único de los grandes productores en Europa que ha aumentado su producción (+9 %) respecto a la campaña anterior, debido a unas buenas condiciones de cultivo para el conjunto de las variedades cultivadas.
La producción de naranja en España fue la campaña más corta de los últimos diez años, con un -19,9 % respecto a la campaña 2021/22 y un total de 2.868,3 miles de toneladas según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (mayo 2023).
Andalucía es la región con un mayor aumento de la superficie de cultivo en estas cinco últimas campañas (+7,4 %), pero también la que ha presentado un mayor descenso productivo en 2022/23.
Esta región ha sido de las más afectadas por las altas temperaturas y la sequía, que ha sufrido incluso restricciones en el suministro de agua de riego. Asimismo, 2021/22 fue un año de carga, lo que también influyó negativamente en la cosecha de 2022/23 (-26,2 %).
En el resto de regiones productoras, también se redujeron los volúmenes de recolección: en la Comunidad Valenciana el retroceso fue del -12 % y en la Región de Murcia del -19,7 %.
Aumento de los precios de naranja
La menor oferta española y de los principales competidores europeos causó un incremento de las cotizaciones en origen, cuyo precio medio de campaña hasta mayo fue de 31,2 €/kg, lo que representa un +82 % más que en 2021/22. En el caso de la naranja salustiana, el crecimiento experimentado ha sido inferior, del 33,4 %.
En el comportamiento se diferenciaron diferenciar tres fases:
Al inicio de campaña, las cotizaciones fueron favorables, desde octubre cuando España entró en plena producción debido al retraso en el inicio de la temporada. La reducción de la entrada de naranja sudafricana en los meses anteriores por problemas de transporte y la entrada en vigor del tratamiento en frío, permitió agotar los stocks de naranja procedentes del hemisferio sur en el mercado europeo y favoreció las ventas del producto español.
Desde noviembre a enero, la naranja española estuvo prácticamente sola en el mercado. A partir de noviembre se alcanzaron cotizaciones semejantes a los máximos registrados en los últimos cinco años, superándolos a partir del mes de diciembre.
A partir de enero se detecta una importante entrada de producto procedente de Grecia y Egipto, destacando el aumento de los envíos egipcios en el primer trimestre de 2023, favorecidos por una buena cosecha y la devaluación de la libra que mejoró su competitividad en los mercados internacionales.
El comportamiento de las importaciones de la UE+Reino Unido de países como Sudáfrica o Egipto, ponen de manifiesto una competencia creciente en nuestro principal mercado, así como la sensibilidad del sector a las variaciones de oferta.