El cherry “no está siendo nada rentable”. Así de contundente es David Caparrós, gerente de Balcón de Níjar. En la pasada campaña las cotizaciones del tomate snack volvieron a caer respecto a las del ejercicio anterior. El aumento del SMI incidió de forma notable en la rentabilidad. No en vano, el coste de mano de obra subió un 30% entre 2019 y 2020 y supone el 60% de los gastos del cultivo. La Covid-19 le ha dado la puntilla. Por todo ello, en esta campaña se ha visto un claro descenso en la superficie de cherry, de alrededor de un 20% en Almería.
David Caparrós matiza que esa caída es menor en el cultivo ecológico. No obstante, empresas como la suya llevan tiempo apostando por la diversificación de cultivos para tratar de buscar alternativas más rentables. En Balcón de Níjar, este año suman a su catálogo el pimiento snack Swite Bite, menos intensivo que el cherry en lo que respecta a mano de obra y con un valor añadido que permite obtener precios “más interesantes”. Otros productos que han ido incorporando son pimiento Sweet Palermo y California, berenjena, tirabeques, sandía mini y guisantes.
La firma tiene 55 h de cultivos (40 de ellas cherry) y prevé comercializar 4 mill.kg entre todas sus referencias, 3 de tomate cherry.