Tras la tempestad, llega una calma relativa. La semana pasada el sector hortofrutícola vivió unos días frenéticos motivados por la histeria colectiva de compradores que acudían en masa a abastecerse de víveres de primera necesidad.
Entre el jueves y el sábado se vivieron días de “locura”, con una avalancha de pedidos diarios e incluso “anticipaciones” de pedidos que derivaron en un aumento de las cotizaciones por la alta demanda. El motor agrícola no paraba, las empresas redoblaron esfuerzos y en los supermercados se vieron imágenes insólitas de lineales vacíos.
“En líneas generales los precios se incrementaron entre 10 y 15 céntimos por kilo, pero hubo casos como el de berenjena y calabacín, que incrementaron sus cotizaciones hasta un 50%”, explica a Fruit Today Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG y secretario provincial de COAG Almería.
Esta evolución al alza de los precios se ha dejado notar claramente en las subastas, aunque en las cooperativas tardará algo más en reflejarse, ya que tienen que esperar a las liquidaciones. Con todo, Góngora recuerda que los agricultores “no decidimos” el precio de las hortalizas.
Tras el “tirón” de esos primeros días, esta semana la situación se ha “normalizado bastante”, y “ahora mismo tenemos demanda de una semana normal a estas alturas de la campaña”, asegura Góngora. Normalidad también en los pedidos por parte de otros países europeos, que mantienen una tónica ligeramente por encima de lo habitual, pero sin estridencias.
A la inversa, Góngora opina que los consumidores «ven con recelo las importaciones». A su juicio, la crisis del coronavirus terminará por colocar las cosas en su sitio y «pondrá de manifiesto la necesidad de la preferencia del consumo europeo«. Una reivindicación que ya adelantó el propio Góngora y el resto de organizaciones agrarias hace escasas semanas en una de las comparecencias previas a las movilizaciones de los #AgricultoresAlLímite.
Ayer mismo el Secretario General de COAG, Miguel Blanco, analizaba el trasfondo del histórico proceso de movilizaciones agrarias y su relación con el papel que están jugando agricultores y ganaderos en el actual contexto de Estado de Alarma por la extraordinaria crisis sanitaria.