La noticia supone un varapalo para los agricultores y ganaderos sevillanos y andaluces, que conservaban aún algo de esperanza hasta el 12 de agosto, fecha en la que Estados Unidos debía comunicar su decisión, al concluir el periodo de consultas públicas acerca de la pertinencia de eliminar, mantener o incluso incrementar los aranceles actuales, derivados del conflicto con Airbus.
El esfuerzo ejercido por el Gobierno de España, el país más afectado de la UE, no ha conseguido eliminar unos injustos aranceles, que si bien tendrán algunas modestas modificaciones para otros países como Grecia y Reino Unido, que han logrado sacar algún producto de la lista, se mantendrán sin cambios para nuestro país. El valor de productos europeos sometidos a tasas arancelarias seguirá en 7.500 millones de euros, el 15% para productos aeronáuticos y el 25% para todos los demás.
Aunque Washington ha anunciado esta madrugada el inicio de un nuevo proceso de negociaciones, los productores españoles de aceite de oliva y aceituna en verde, seguirán soportando un arancel del 25%, mientras que los de aceituna negra, que ya estaban sometidos a un arancel “antidumping” previo desde junio de 2018, a los que luego se sumó el derivado del caso Airbus, mantendrán el 34,75%. Seguirán gravados también otros productos agroalimentarios como el vino, el queso, los cítricos o los productos cárnicos derivados del porcino.
ASAJA-Sevilla considera que esta decisión del Gobierno americano carece de todo sentido. Si ya de por sí esta guerra comercial nunca tuvo nada que ver con la agricultura, a ello hay que sumar, además, la modificación de los contratos públicos con España y Francia del avión A350, que anunció hace unos días la compañía aeronáutica europea Airbus, que debían haber supuesto la retirada inmediata de los aranceles, puesto que los contratos que estaban en el origen del litigio se pliegan ya a las exigencias de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y, tras este ajuste, los aranceles carecen de justificación.
Además de la incapacidad del Gobierno de España para pelear con esta razón de peso, ASAJA-Sevilla lamenta la tibieza de la Unión Europea, que más allá de solicitar y de demandar a Washington la retirada de estos injustificados aranceles, no ha ejercido medidas de presión efectivas ni suficientes que hayan logrado la eliminación definitiva de estos gravámenes, que perjudican a los agricultores españoles y no a los italianos o griegos.
El último elemento de esta tormenta perfecta ha sido la marcha de la campaña electoral estadounidense, donde los sondeos no son muy favorables para Donald Trump, quien no ha querido mostrar debilidad en su irracional estrategia comercial, pese a la presión de un grupo de 13 senadores, tanto republicanos como demócratas, que solicitaron la retirada de los gravámenes a los productos europeos ante la aguda crisis económica que está padeciendo Estados Unidos por la pandemia de coronavirus.
El sector de la aceituna de mesa, el más perjudicado
Los productores de aceituna de mesa son los más perjudicados por la política arancelaria estadounidense. El sector de la aceituna de mesa lleva años relegado, en retroceso (en los últimos diez años se han arrancado un millón de olivos de verdeo) y con un fuerte desajuste entre la oferta y la demanda.
España, que hasta octubre de 2019 era el principal proveedor de aceituna de mesa de los Estados Unidos, ha perdido su liderazgo y se quedará muy lejos de las 100.000 toneladas que tradicionalmente venía exportando a ese país, al que se dirigía más del 20% de toda la producción nacional de aceituna de mesa. Las ventas han caído en picado en los últimos nueve meses, periodo en el que las aceitunas españolas han sido sustituidas por las de Egipto, Marruecos o Grecia, países a los que no se aplica el arancel extraordinario del 25%.
Cabe recordar que España es el principal productor y exportador de aceituna de mesa del mundo, mercado que genera un comercio valorado en 1.700 millones de euros. La superficie dedicada en España al cultivo de la aceituna de mesa es de casi 190.000 hectáreas, concentradas en Andalucía -Sevilla, Córdoba y Málaga-, y Extremadura. Sevilla es la principal productora, en esta provincia se recolecta el 60% de toda la producción española de aceituna de mesa.