El rebrote puede marcar la diferencia en la rentabilidad de un cultivo de pimiento. Y más en una campaña como la actual, en la que, en líneas generales, los productores están obteniendo, de media, unos 2 kg menos por metro cuadrado en sus fincas. Los problemas derivados de las temperaturas (con exceso de calor hasta hace unos días, baja humedad), y la mayor incidencia de plagas, especialmente de oídio, están suponiendo un varapalo en los invernaderos almerienses, en los que «por lo general no está habiendo cuajes ni producción en copas». En este escenario, contar con una variedad como Krakos F1 supone un valor añadido, aseguran desde Nunhems / BASF. 
Este jueves la casa de semillas ha organizado unas jornadas de puertas abiertas para mostrar cómo evoluciona la variedad en campo. La finca, trasplantada el pasado 10 de julio, «tiene 9,5kg/m2 asegurados y terminará en 10 kg o más», explican. Además de tener producción en puntas y rebrotes laterales, la variedad tiene entre un 5 y un 10% más de peso que otras variedades. El grosor de su pared y su peso por fruto aseguran un mejor rendimiento al agricultor, así como un mejor aguante en planta y poscosecha.
Otras ventajas de Krakos F1 son su uniformidad de calibre, G-GG, perfecto para cooperativas, y su rapidez para virar de color, alcanzando una llamativa e intensa tonalidad roja, muy brillante.
En cuanto a la morfología de la planta, es abierta y con un sistema radicular muy fuerte, y permite hacer ciclos largos sin problema. Desde la empresa recomiendan quitar el blanqueo de forma progresiva.
