La marcha del Círculo del Agua a la que acudieron este lunes miles de agricultores y transportistas se paralizó durante más de dos horas por la Delegación de Gobierno de Madrid. Los manifestantes volverán a la capital para reclamar que no se lleve a cabo el cambio de las reglas de juego del trasvase Tajo-Segura que pone en peligro a un sector que aporta 3 millones de euros al PIB.
Indignación y desconcierto. Pueden ser las palabras que mejor definen el malestar generado entre los miles de agricultores, regantes y transportistas que han acudido este lunes a Madrid para manifestarse en defensa del trasvase Tajo-Segura y que se han dado de bruces con lo que han definido como “secuestro” de la protesta. Y es que solo unos minutos antes de las 11:00h, fecha en la que debía dar comienzo la marcha desde Ifema hasta el Ministerio de Transición Ecológica, la Delegación de Gobierno de Madrid paró literalmente la protesta a las puertas del recinto ferial. Al mismo tiempo, a solo unos kilómetros, un grupo de manifestantes escenificaba la ‘dentera’ que da el hecho de que más de 100.000 familias vean peligrar su forma de vida, rayando platos con un tenedor en las inmediaciones de los Nuevos Ministerios y a las puertas del Ministerio de Transición Ecológica.
Finalmente, dos horas después, se dio luz verde a la marcha, autorizando el paso a solo 15 camiones de los casi 300 que pretendía movilizar el Círculo por el Agua y más de un millar de turismos. A su llegada, y como ya habían podido conocer desde primera hora, encontraron la ausencia de la Ministra Teresa Ribera, que “no solo no nos ha recibido, sino que ha elegido mover su agenda a Toledo (Ribera acompañó al presidente del Gobierno al acto ‘Haciendo de España un polo industrial del Hidrógeno Verde en Europa’). Volveremos a Madrid y esperamos que nos reciba en otra ocasión”, manifestó Lucas Jiménez, presidente de Scrats, en declaraciones a RNE.
Desierto y paro
Bajo el lema ‘En el Levante, sin el trasvase, desierto y paro’ y con pitadas durante todo el trayecto hasta el Ministerio, los manifestantes expresaron su rechazo al cambio de reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura y el incremento de los caudales ecológicos en el río Tajo, propuestos por el Ministerio de Transición Ecológica. De hacerse efectiva, esta modificación a golpe de Real Decreto supondría la “detracción de aproximadamente el 40% del agua que llega actualmente al trasvase. Un terremoto cuyas consecuencias están por ver”, explicó Lucas Jiménez. “Dependemos de agua de otra cuenca, pero somos ciudadanos de España y llevamos 42 años usándola. La Región tiene los recursos esquilmados y el agua desalada es muy cara”. Una situación que los ha llevado a convertirse en “la cuenca cabreada del país. Ya está bien. Pedimos a todos los Ministerios que se deje estar al trasvase como hacen con los otros 40 trasvases que cohabitan en el país”.
Del mismo modo, Juan Marín, presidente de Proexport, incidía en que la reivindicación es “justa. No tiene sentido ni lugar cambiar unas reglas técnicas de esta manera. Todos nuestros estudios técnicos dicen que hay que mantener esa infraestructura tal y como está desde hace 42 años. Ese fue el compromiso del Sindicato Central de Regantes y del Círculo del Agua. Si se cerraran esas normas sería una injusticia que acarrearía mucho paro”, perjudicando a la producción y exportación de frutas y hortalizas del Sureste español y encareciendo los precios al consumidor entre un 8 y 10%.
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El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, expresó su malestar por la falta de diálogo entre el Ministerio y el sector. “Es inadmisible el recorte del trasvase sin sentarse con los agricultores, regantes y partidos políticos”, dijo. Y reclamó un Pacto Nacional del Agua “que acabe para siempre con las desigualdades entre comunidades autónomas”.
Por su parte, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, mostró el «apoyo expreso de la Junta de Andalucía» a los regantes. La titular de Agricultura del Gobierno de Andalucía recordó que solo en el caso de Almería, el trasvase Tajo-Segura representa el 25% de toda el agua que llega a la provincia, que hace posible regar más de 23.000 hectáreas de cultivo y garantizar el abastecimiento de 130.000 vecinos del Levante almeriense. Asimismo, lamentó que se impongan «las decisiones políticas sobre las técnicas» y recordó que en España siempre ha prevalecido la solidaridad entre territorios.
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LA UNIÓ de Llauradors aboga por un gran acuerdo sobre el trasvase Tajo-Segura “alejado de las guerras políticas y partidistas y dirigido por técnicos imparciales, porque al final el cambio de las reglas actuales de explotación del trasvase del Tajo al Segura lo ha orquestado un Consejo Nacional del Agua totalmente político, sesgado y a las órdenes del Ministerio de Transición Ecológica”. Para la organización agraria «dejar la decisión de rebajar el límite de 38 hm3 a 27 hm3 en manos de un órgano tan poco imparcial como el Consejo Nacional del Agua es una auténtica barbaridad y es una jugada muy sucia del Ministerio que dirige Teresa Ribera que compromete seriamente el futuro de la agricultura alicantina y no lo podemos tolerar como organización agraria que defiende los intereses de los agricultores, de los regantes de nuestro territorio».
3.000 millones de euros al PIB
La actividad agrícola de todo el Levante, que se vería afectada por este cambio de reglas del trasvase, aporta en la actualidad más de 3.000 millones de euros al PIB, recuerdan desde la Región de Murcia. Más de 100.000 empleos dependen del agua que aporta esta infraestructura y, gracias al agua del trasvase, la Región de Murcia, Alicante y Almería producen alrededor del 70% de la exportación nacional de hortalizas, y un 29% de la de frutas, utilizando solo un 3% del agua de regadío de España.
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Los regadíos del Levante se han convertido en un referente mundial de ahorro y eficiencia en el uso del agua. La modernización está implantada en la totalidad de sus zonas regables y más del 70% se hallan automatizadas con funcionamiento y control volumétrico instantáneo a través de internet o por el teléfono móvil.
Asimismo, la masa forestal generada a partir del agua del trasvase supone el único freno a la desertificación del Sureste español y es un eficaz sumidero de CO2, que permite eliminar al año más de un millón de toneladas de dióxido de carbono gracias a los cultivos y árboles que riega.
“Ser agricultor está penado”
Más de un centenar de camiones hicieron hasta 550 km en balde desde las provincias de Almería, Murcia y Alicante, no pudiendo sumarse a la manifestación. Una «injusticia muy grande», como calificaba Fernando Gómez, director general de Proexport. “No han podido manifestarse junto al resto de agricultores. Que se sepa. Ellos también están, por mucho que los hayan querido ocultar y por mucho que les hayan cercenado su derecho a expresarse libremente y ejercer el derecho de manifestación. Pero por lo visto, ser agricultor o transportista en estos tiempos está penado”.
Los manifestantes aseguran que volverán a Madrid para seguir reclamando que no cambien las reglas de juego del trasvase. Está en juego el futuro del sector agrícola del Levante.