Existen muchas dudas relacionadas con el papel supuestamente depurativo que cumplen algunos alimentos de consumo habitual. La mayor parte de estas cuestiones vienen relativas a la creencia errónea de que los alimentos son capaces de desintoxicarnos o, lo que es lo mismo, eliminar ciertas sustancias nocivas que se encuentran en nuestro organismo.
Realmente no existen motivos para buscar una depuración o desintoxicación del organismo, ya que de dichas funciones ya se encargan órganos como el hígado y los riñones. Por lo tanto, todas las dietas y formatos de alimentación que promulgan la depuración del organismo carecen de base científica por completo.
Por consiguiente, ni los espárragos ni ningún alimento de origen vegetal o animal sirven para depurar el organismo. Sin embargo, sí que cumplen con un importante papel preventivo en la aparición de ciertas enfermedades metabólicas como la obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
El papel saludable de las frutas y verduras
La recomendación actual es de consumir un mínimo de 5 raciones de frutas, verduras y hortalizas al día. Esta pauta indicada por todos los organismos internacionales de referencia en materia de nutrición y salud, se basa en la importancia de ciertos compuestos bioactivos y saludables presentes en las frutas y verduras: vitaminas, minerales, agua y fibra dietética.
La fibra dietética de las frutas y verduras cumple con importantes funciones saludables, siendo una de ellas minimizar el contacto de sustancias potencialmente peligrosas con las paredes de nuestro intestino y sus mucosas. De esta forma, la fibra dietética favorece la formación de las heces, así como su expulsión. Se dice, por tanto, que la fibra dietética ayuda a regular el tránsito intestinal.
Esta sería una de las pocas funciones que podría asemejarse ligeramente al concepto de “depurar”, que como explicábamos previamente es del todo erróneo. Bien es cierto que nuestro organismo necesita ciertas cantidades de agua, vitaminas y minerales, y que dichos componentes ayudan a realizar funciones metabólicas vitales. Sin embargo, no podemos catalogar sus funciones como depurativas o detoxificantes, ya que no sería adecuado. Cuando nos faltan vitaminas o minerales en la dieta, hablamos de déficits nutricionales que pueden corregirse en algunos casos mediante la suplementación, siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario.
Cuidado con los oxalatos
Uno de los componentes peligrosos de las dietas detox o depurativas es el ácido oxálico, también conocido como oxalato. Se encuentra de forma abundante en vegetales de hoja verde como las espinacas, acelgas, remolacha o perejil. Es un riesgo emergente para la salud, tal y como ha clasificado la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) en los últimos años, ya que cuando estos vegetales se consumen en crudo sin cocinar aumenta enormemente la absorción de ácido oxálico.
En cantidades elevadas, el ácido oxálico se relaciona con un mayor riesgo en la formación de cálculos renales. Además, perjudica la absorción de algunos minerales como calcio, hierro o potasio. Todo esto hace que debamos prestar especial atención a los batidos detox y las conocidas dietas depurativas, ya que en lugar de ayudarnos a mejorar nuestra salud pueden empeorarla considerablemente.