Semillas Fitó ha llevado a cabo una jornada con medios especializados del sector hortofrutícola para dar a conocer su labor en lo referente a las Seed-Borne Diseases (SBD).
Bajo el título ‘Cómo evitar la trasmisión de enfermedades por semilla en la obtención vegetal’, la empresa desveló los estrictos protocolos que sigue a diario para garantizar la máxima sanidad en sus productos. Una rutina eficaz con la que han conseguido que las incidencias registradas sean testimoniales a pesar de que “no existe el riesgo cero”. Para ello la firma invierte fuertemente en el control de la producción para evitar que la semilla se infecte, así como en el diagnóstico y el desarrollo de resistencias. En concreto, destina un millón de euros al año para su departamento de Control de Calidad en la sede barcelonesa. Todas sus semillas pasan por este centro neurálgico para ser controladas, envasadas y distribuidas, garantizando así su calidad y ausencia de cualquier problema.
Año “crítico” para el ToBRFV
En un escenario en el cual la geopolítica está cambiando el sector (“hemos pasado del free trade y la globalización al proteccionismo y levantamiento de muros”), las obtentoras ven cómo se añaden nuevas restricciones a las semillas. Además están proliferando enfermedades a las que es necesario poner barreras por la peligrosidad que implican. El caso más reciente es el temido Tomato Brown Rugose Fruit Virus (ToBRFV), un virus que “se salta todas las resistencias y tiene una alta y muy rápida transmisión mecánica (por contacto). Puede estar activo años”.
Xavier Fitó, director de Hortícolas de la casa de semillas, y Anna Mª Viles, responsable de Control de Calidad, señalaron que este año es “crítico” para la evolución del ToBRFV. “El sector está en estado de alerta y debe colaborar para evitar que entre y se desarrolle en España”. De momento la alemana DSMZ tiene un kit para analizarlo. “Ya está disponible y tiene una gran sensibilidad, a diferencia de otro kit que ha salido recientemente al mercado”. A ello se añade la publicación de un protocolo Ishi-Veg que aún no está validado pues sigue en revisión, adelantaron.
Respecto a otro problema que ha causado múltiples quebraderos de cabeza al sector, el virus New Delhi, Fitó recordó que ya existen 4 patentes de semillas con resistencia, una de ellas de Semillas Fitó. “Ahora el reto es el Tomato Brown. Falta mucho para encontrar solución a ello pero todo el sector se ha puesto manos a la obra. Lo importante es cambiar la forma de pensar a la hora de entrar a las explotaciones. Hay que cambiar la mentalidad, del mismo modo que se hizo en su día con el control biológico”.
GSPP anti Clavibacter
En la casa de semillas realizan análisis fitopatológicos de 28 virus siguiendo protocolos rigurosos para lograr las máximas garantías. El más exhaustivo es el GSPP, para el que ya disponen de certificación y que aplican a variedades de tomate como Monterosa, Ateneo, Silex o Alcazaba, aunque es ideal para cualquier otro producto por el nivel de control y exigencia que ofrece. “Todas ellas están certificadas con GSPP y el objetivo es que en el futuro todo el tomate que vendemos esté certificado con GSPP”.
Con este sistema garantizan que sus semillas están exentas de Clavibacter, “la enfermedad del tomate que más repercusión tiene a nivel mundial”, y que se contagia mecánicamente.
“El control de calidad es de lo que más evolucionado en el sector”. Xavier Fitó recordó cómo se analizaban las semillas en su época de estudiante y lo comparó con las técnicas sofisticadas de la actualidad. La primera que implementaron fue el test Elisa para detección de virus (el mismo q se usaba para SIDA, hepatitis..). A día de hoy su departamento de Calidad realiza más de 500.000 análisis al año y menos del 1% debe pasar controles directos.
“Casi todos hemos abandonado China”
Fitó cuenta con dos centros de producción, uno en España y otro en Chile. “Casi todas las casas de semillas hemos abandonado China para producir semillas. Es una olla a presión tanto a nivel de sanidad vegetal como por los problemas de pirateo y robo de parentales”.
A nivel mundial, la obtentora dispone de 10 centros de I+D+i y su portfolio de hortícolas suma más de 500 variedades adaptadas a las distintas zonas del Mediterráneo.
En la última parte de la jornada, los asistentes pudieron visitar la sede de producción de semilla en Llavaneras, donde Víctor Sancho, Global Seed Supply Manager, y Juan Jesús Narváez, Seed Technology&Quality Process, explicaron las claves de su compromiso: evitar la contaminación de patógenos a través de la semilla e investigar para hallar resistencias, aplicando todas las medidas a su alcance para minimizar el riesgo en sus distintos centros de todo el mundo.
Expansión internacional en su 140 aniversario
Durante su intervención, Xavier Fitó, director de Hortícolas de la casa de semillas, hizo un repaso a la historia familiar de la empresa, nacida en 1880 cuando su tatarabuelo, agricultor, empezó una línea de semilleros para OP’s, para posteriormente especializarse en semillas. De las oficinas que compró en el Borne a la actualidad, en la que Fitó se ha convertido en la quinta empresa de semillas del ránking nacional, han pasado cinco generaciones. Actualmente exportan el 75% de sus productos y se han fijado como reto seguir ampliando la expansión internacional. Para seguir creciendo destinan el 20% del total de su facturación a I+D.