La cosecha de patata andaluza vuelve a sufrir de nuevo una reducción de su superficie, que se aprecia con más rotundidad en la patata destinada a industria
La disminución general se estima en torno al 6%, según los datos estimativos que aporta la venta de semillas holandesa. Esta coyuntura es consecuencia directa de la falta de agua que ha sufrido el campo andaluz y del aumento de costes. “Los agricultores, viendo la situación, se han decantado por la patata de consumo, por lo que la reducción afecta especialmente a la patata para industria,” coinciden en afirmar dos operadores andaluces.
La campaña de Andalucía, que empieza en breve, es especialmente significativa por ser la primera región de Europa que debe marcar precios a la patata de industria. En las circunstancias económicas actuales hay que prever escenarios como el que los operadores industriales se decanten por las patatas que Francia todavía conserva en los meses de mayo y junio, en peores condiciones, pero bastante más baratas que las andaluzas que acumulan la subida de costes de los últimos ocho meses y que, por supuesto, son más caras”.
Mercado alemán
Pese a que durante los dos últimos años ha habido fallos de compra por parte de Alemania, en los que algunos operadores no han respetado sus acuerdos de compra, “el mercado germano no tendrá falta de patata española, sobre todo aquellas grandes cadenas que siempre han respetado sus programas y consideran a los productores andaluces como proveedores fiables. Estos programas están asegurados,” remarcan ambos operadores.