El mundo de la fruta de hueso esconde muchos misterios para el gran público. Es lógico, ya que existe un amplio abanico de frutas enmarcado dentro de esta categoría.
Una de las dudas habituales sobre estas frutas se centra en la naturaleza de las mismas. Por ejemplo, muchos usuarios se preguntan cuál es la diferencia entre melocotón y paraguayo. Ambas son frutas de hueso, y presentan una apariencia similar. Sin embargo, no tienen nada que ver la una con la otra.
Así es el melocotón
El melocotón, también llamado Prunus persica es una de las frutas estrella del verano. Su origen se encuentra en Persia (de ahí su nombre científico). Después parece que pasó a Grecia, extendiéndose progresivamente por el resto de Europa.
Como ya sabrás, el melocotón tiene forma redonda, carne jugosa y sabor dulce. Además, su aroma es suave y tiene una piel aterciopelada que lo diferencia notablemente de otros frutos. Presenta colores variados, desde blanco y amarillo hasta naranja y rojizo.
La temporada del melocotón sucede entre los meses de mayo y septiembre, de forma general. Aunque algunas variedades tardías y tempranas pueden recolectarse en meses como abril y octubre.
En cuanto a su nutrición, el melocotón es una fruta rica en hidratos de carbono saludables, conteniendo hasta 9 gramos de azúcares intrínsecos por cada 100 gramos de fruta. Respecto a otros micronutrientes, el melocotón destaca indudablemente por su concentración en vitamina A, cercana a los 500 μg por cada 100 gramos de fruta.
El origen del paraguayo
El paraguayo es muy parecido al melocotón, por ello muchas personas creen que se trata de la misma fruta. Realmente la verdad está a medio camino. El paraguayo o Prunus persica var. platycarpa es una mutación natural del melocotón, por lo que originalmente se trataba de la misma fruta pero en la actualidad está considerado como una variedad independiente.
El paraguayo o paraguaya se cultiva desde hace siglos en Asia, y se piensa que fue Alejandro Magno quien la llevó a Grecia favoreciendo su expansión por las regiones del Mar Mediterráneo. En cuanto a su producción actual, casi todos los cultivos de paraguayo se centran en España. Sus zonas de cultivo habituales se sitúan en regiones como Murcia, Aragón o Lleida, cubriendo una variada selección de territorios.
Como habrás visto, el paraguayo tiene una forma achatada bastante peculiar. Por este motivo, en algunos países anglosajones el paraguayo es conocido como saturn peach o donut peach. A su vez, la temporada del paraguayo se enmarca entre los meses de julio y septiembre. Su piel también es aterciopelada: cuenta con esa “pelusilla” típica también del melocotón, y sus colores varían entre las tonalidades rojas y verdes. En lo que se refiere al sabor, suele tener un punto más refrescante que el melocotón, ya que cuenta con una pulpa más jugosa, carnosa y dulzona.