Digo esto porque más o menos son los meses de arranque de campañas muy significativas en nuestro país: la campaña almeriense de hortícolas, la murciana, la temporada de manzana, la de kaki, la campaña citrícola, etc.
Fruit Attraction es el elemento orquesta español, y poco a poco, mundial, pero se da la paradoja que la caída de las exportaciones españolas se produce de forma consecutiva año tras año. Con los datos en la mano, en el primer semestre del año nuestras ventas al exterior bajaron un 8%. Y frente a ello el crecimiento de las importaciones se ha convertido en tendencia. En el mismo periodo antes indicado, el incremento fue del 14%.
Nos lo tenemos que hacer mirar o ya lo hacemos, pero nos encontramos con elementos insoslayables, que están muy por encima de nuestras posibilidades y que se cuecen a más de 1.000 kilómetros de aquí, en Bruselas. Son muchas las causas de esta situación, con características peculiares dependiendo de cada cultivo; pero se puede decir que nuestra competitividad en los mercados internacionales se hace cada día más exigua. ¿Por qué? Sin ahondar en el tema, que sería suficiente para un profundo debate, la respuesta es simple: por nuestros costes y burocracia, aspectos con los que otros países no europeos de nuestro entorno no tienen que lidiar.
Si yo supiera que hacer lo diría, pero no tengo ni la más remota idea. Además, para eso tenemos representantes y políticos que nos representan, aunque mucho me temo, están tan perdidos como yo.
A pesar de todo, les deseo una provechosa feria de Fruit Attraction, que nuestro dinero nos cuesta.