La patata Princesa Amandine sigue creciendo en la distribución española. En solo pocos años la variedad Amandine de Germicopa se ha hecho un hueco en las grandes superficies.
Fruit Today habló con Jean Michel Beranger, director general de la Asociación Princesa Amandine Ibérica, que integra a cuatro empresas comercializadoras: Udapa, el Zamorano, Ibérica de Patatas y Campotec.
¿Por qué motivo cree que la patata Amandine tiene tan buena aceptación?
Fundamentalmente porque ofrecemos una sola variedad durante todo el año y el consumidor no percibe ningún cambio en el producto y repite. En esta categoría existen muchas variedades de patatas y los cambios por temporada suelen ser importantes.
Es un hecho casi insólito que ustedes mismo hayan realizado un barómetro con las preferencias de más de 800 consumidores, una cifra nada desdeñable
Sí así es y tenemos intención de hacerlo cada año. Es una medición que realizamos para conocer las preferencias culinarias de los consumidores de patata. Resulta muy útil para que nuestros clientes conozcan por donde transcurre el mercado y podamos hacer crecer la categoría.
Hace tan solo un año que presentaron de forma oficial la V gama en Madrid, ¿seguirá creciendo la familia Amandine?
Nuestro producto estrella es la bolsa de un kilo y medio y en menos de tres años hemos ampliado la familia con el formato de cuarta gama de 400 gramos y el de V gama, patatas preparadas con hierbas provenzales. Y en los centros de Cash and Carry tenemos presencia con la caja de 6 kilos. Ha sido todo muy rápido, pero no descartamos nada para un futuro. Creo que resulta interesante contar con otros complementos para un público más urbanita o para ocasiones diferentes. Pueden ser consumidores de la bolsa del kilo y medio y en un momento dado adquirir la bolsa para microondas o directamente quinta gama porque no tienen tiempo para cocinar.
¿Cuál ha sido el crecimiento de Amandine?
Este año hemos crecido un 20%. Podríamos haber aumentado más si en mayo no hubiésemos tenido un corte de suministro por falta de producto.
¿Es por esto su interés en cultivar en Israel?
Sí, efectivamente. La realidad es que en Francia hay problemas por la presión de las empresas transformadoras y en España por el cambio climático. El proyecto israelí existe para contar con patata nueva en abril y mayo, cuando en Europa, por una cuestión u otra no se disponga de ella. Hicimos las primeras pruebas el año pasado en Francia, pero considero que, de momento, es proyecto por madurar. Lo iremos viendo.