La amenaza del presidente Donald Trump de cerrar la frontera entre EE. UU. y México podría afectar al estómago de los consumidores estadounidenses.
Estados Unidos depende en gran medida de las importaciones mexicanas de frutas, verduras y alcohol para satisfacer la demanda de los consumidores, por lo que peligran desde los aguacates para sus tostadas hasta las limas y el tequila de sus margaritas, por solo citar dos ejemplos.
Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, casi la mitad de todas las verduras que importa el país y el 40 por ciento de las frutas provienen de México.
Steve Barnard, presidente y director ejecutivo de Mission Produce, el mayor distribuidor y productor de aguacates del mundo, ha advertido que «Los estadounidenses se quedarán sin aguacates en tres semanas si se detienen las importaciones de México».
«No puedes elegir un peor momento del año porque México suministra prácticamente el 100% de los aguacates a EE. UU. en este momento. California está comenzando su producción y tiene una cosecha muy pequeña, pero no es relevante en estas fechas, y no tendrá volúmenes considerables hasta dentro de un mes o más”, ha dicho Barnard.
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Trump anunció el viernes que «muy probablemente» cerraría la frontera esta misma semana si México no impedía que los inmigrantes llegaran a Estados Unidos. Un cierre completo interrumpiría millones de cruces fronterizos legales, además de paralizar cualquier opción para los solicitantes de asilo, y repercutiría en un comercio que genera miles de millones de dólares, de los cuales aproximadamente 137.000 millones corresponden a alimentos.
«Cuando se cierra una frontera o se establecen barreras al comercio, impacta totalmente en los consumidores», dijo Monica Ganley, directora de Quarterra, una consultora especializada en asuntos agrícolas y comercio de América Latina. «Sin duda vamos a ver precios más altos. Se trata una preocupación muy real y muy relevante para los consumidores estadounidenses».
Efectos en ambos sentidos
México es el mayor importador de combustibles refinados estadounidenses como diésel y gasolina, algunos de los cuales se suministran por ferrocarril. No está claro si las líneas ferroviarias se verían afectadas por los cierres.
Con los cambios en los hábitos de consumo Estados Unidos ha aumentado la demanda de productos frescos, y compra una mayor variedad de frutas y hortalizas, por lo que cada vez es más dependiente de México. Desde 1999 las importaciones casi se han triplicado. En ese período, México ha pasado de suministrar menos de un tercio de los productos que importa Estados Unidos al 44 por ciento en la actualidad.
Además de los aguacates, la mayoría de los tomates, pepinos, moras y frambuesas importados por EE.UU. provienen de México. «Si bien hay otros productores a nivel mundial, abrir esas vías de comercio llevaría tiempo», dijo Ganley.
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Aunque en un primer momento los precios de las acciones de cadenas de supermercados estadounidenses como Walmart (WMT.N) y Kroger (KR.N) no parecieron verse afectadas por el anuncio del viernes, sí que sentirían los efectos del producirse el cierre fronterizo. «Estaríamos fuera del negocio por un tiempo», dijo Barnard.
Fuente: Reuters.