La reciente remodelación de sus infraestructuras aportará a la firma una mayor capacidad de crecimiento.
En total, el nuevo espacio se ha ampliado en 30.000 metros cuadrados y, sólo con el nuevo almacén, el espacio para procesado suma 2.500 metros.
La reestructura ha significado, entre otras cosas, la inclusión de un comedor para empleados, una nueva recepción y una zona habilitada exclusivamente a la clasificación de melón. Todo ello está encaminado a la consecución del certificado IFS para finales de este año.
La zona de exteriores, que cuenta con una placa de hormigón de 5.000 metros cuadrados está dedicada especialmente a los envases, y en su entorno se prevé incorporar alrededor de 33 hanegadas para campos de ensayo.
El melón es el producto histórico de la compañía y la fruta que le ha aportado marca a la empresa gracias a sus excelentes resultados cualitativos. Hace unos seis años que lanzaron el que a día de hoy es el producto estrella, el melón Mini Oro (con un peso de entre 1,4 y 1,8 kilos), que revolucionó los lineales y que se vende por piezas y no por kilos.
En líneas generales, el desarrollo de la temporada de melón está siendo favorable, pero “la demanda de sandía es extraordinaria, posiblemente auspiciada por la ola de calor que no cesa,” explica Ramón Gil, directivo de la firma.
“En términos de volumen, las ventas de sandía pueden crecer alrededor de un 30% y las de melón, debido a la propia progresión de la empresa, un 20%”, remarca Gil.
La producción local
En concordancia con las tendencias actuales de consumo, Algitama ha apostado por la producción local con agricultores de la comarca del Alto Palencia (Castellón), donde recientemente ha incorporado campos de ensayos para los hortícolas autóctonos, entre los que se encuentra la judía, el calabacín, el tomate valenciano, el garrofón, etc.